Escribe Paco Mira
UFF, ESTO ME PONE NERVIOSO
Ufff. ¡chiquito verano nos estamos llevando!. Así comenzaba y
compartía mi reflexión la semana pasada. Y eso venía a cuento por el perdón de
la Iglesia en palabras del Papa. Sin embargo, estoy viendo en el ambiente, no
clerical, sino social, ciertas actitudes que me hacen poner nervioso. Porque me
da la impresión que estamos pasado del negro al blanco o viceversa, sin pasar
por el gris como término medio.
Esta semana veía que en Alemania,
estaban surgiendo ciertos movimientos anti-inmigratorios y pensaba que eso se
había acabado con la liberación de Alemania, al acabar la segunda guerra
mundial. Pensaba que mantener en pie los campos de concentración era el fiel
reflejo de lo que no hay que volver a hacer y por eso ha de servir de ejemplo
para las generaciones futuras. Pero claro viendo las trifulcas que había con la
policía pensaba que eso no se había acabado.
Pero viendo lo que a veces se ve en
relación al Valle de los Caídos, ese querer resurgir de las cenizas al ave
fénix, ese recordar - brazo en alto- hazañas pasadas, me hace transportar a un
tiempo pretérito que creía que ya estaba superado, pero veo que no.
Viendo, también, como de una forma
expres se devuelve a los inmigrantes que
saltan la valla, cuando hasta ahora no se había hecho de una forma común;
viendo cómo nos da igual cual será el destino de los que han sido y son
víctimas de las mafias a los que se les paga sin arriesgar sin que nadie haga
nada, pues me pone nervioso.
No hace mucho, Monseñor Agrelo, decía
que los inmigrantes son votos que garantizan ciertas actuaciones políticas y
que no siempre estas son las mejores ni las más acertadas, me hace pensar lo
que no quería: que jugamos con los seres humanos como el que juega al monopoly
y que además especulamos sobre ellos como moneda de cambio que nos da cierta
seguridad a la hora de afirmar tú dijiste
pero no has hecho.
Probablemente los seres humanos que
saltan las vallas o que van a países huyendo del suyo, no lo hacen como los que
hicimos las maletas hace treinta días para aprovechar unas vacaciones, quizás
merecidas, sino que con lo puesto, con lo que son y tienen, sin más que el
miedo y la incertidumbre de lo que les puede ocurrir, esos seres humanos huyen
de la muerte que tarde o temprano y no de manera natural, les va a tocar.
No defiendo ciertas actitudes de ellos,
actitudes violentas que son del todo deprobables, pero cuando en televisión, en
ciertos programas vomitivos, pero que todos vemos, oímos que alguno/a dice yo por mi..... mato y teniendo todos los
adelantos y sueldos habidos y por haber, ¡que no harán estos pobres
hombres/mujeres que no tienen las posibilidades que tienen los televisivos o no
televisivos!.. Eso me pone nervioso.
El evangelio de Marcos (Mc 7) de este
fin de semana, nos habla de lo que nos sale del corazón. Probablemente muchos
podremos hacer un montón de cosas pero lo que nos sale con ganas, lo que nos
sale desde la sinceridad coronaria, es lo que, a veces, no podemos arreglar. No
porque siempre se hizo así; no porque
la ley diga ciertas cosas, no se puede ir contra los derechos de los seres
humanos y entre ellos el de la vida y garantizarla. Ojo: no solamente para los
inmigrantes, sino para los que vivimos y estamos dentro.
No ganemos votos a costa del ser
humano. Ganemos votos en favor del ser humano, de la vida, de la integración,
de la socilacización, nunca desde la imposición... y así estaremos dando
sentido al evangelio.
No nos olvidemos de visitar, el fin de
semana que viene , a mamá María bajo la advocación del Pino.
Feliz verano
Hasta la próxima
Paco Mira
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