viernes, 18 de mayo de 2018

REUNIONES DE PADRES Y MADRES


DIARIO DE UN CURA

REUNIONES DE 
PADRES y MADRES

 Anoche  me reuní con un grupo de padres y madres que tienen niños en la catequesis. Hasta el curso pasado, eran otras las personas encargadas de la reunión. Cuando este año me hice cargo yo, la verdad que no me hacía mucha ilusión. Esperaba encontrarme con padres y madres con cara de malos amigos por tener que venir cada mes  a este encuentro. Pero resulta que no. Aunque para muchos  no es nada agradable terminar la jornada de trabajo, cansados,  y venirse a la iglesia a escuchar un posible tostón, resulta que me  han sorprendido. Me he encontrado con padres y madres simpáticos, que escuchan, que les cuesta hablar en público pero que por lo bajo te dicen lo que piensan y sienten y te cuentan las dificultades con los hijos y también  preguntan y aclaran cuestiones.

Me ha resultado una muy buena experiencia. Lo he pasado bien en las reuniones. Me he sentido a gusto y nunca he visto un mal gesto y mucho menos una respuesta  descortés. Incluso  lo he pasado divertido y eso que se tratan temas serios. Y que estoy hablando de más  de 300 padres o madres de niños niños. Unas 300 familias que participan en las diferentes catequesis y reuniones. 

Valoro  la actitud de los padres y madres que, por el bien espiritual  de sus hijos  están  haciendo ese largo proceso aunque  para muchos termine el día de la primera comunión. Pero no seré yo el que tire la toalla.

También  quiero valorar a los niños porque, gracias a ellos, algunos padres y madres están despertando a la fe.  Se pensaba que los padres serían los acompañantes espirituales de sus hijos y resulta que,  en algunos casos, los acompañantes espirituales están siendo los niños. Muchas veces  se hace un balance negativo de la catequesis, de la primera comunión y de las reuniones. Hoy, que sigo siendo optimista, quiero hacer un acto de fe en los niños y en los padres. Creo en ellos y espero mucho de ellos. Es verdad que surgen dificultades y cuesta mucho la continuidad y que a veces los resultados no son los que uno desea. Pero los animadores tenemos que ser animadores siempre.  Estoy de acuerdo con Luis Fonsi cuando canta:

Yo, yo no me doy por vencido
Yo quiero un mundo contigo
Juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro
Una señal del destino
No me canso, no me rindo, no me doy por vencido

P.D
He tenido una nueva oportunidad de conocer, escuchar y aprender de las madres y los padres que quisieron prepararse a la primera comunión participando en el sacramento del Perdón. En el diálogo personal  con cada uno me he sentido realmente feliz y emocionado. Nada más llegar a la casa le di gracias al Dios y lo hice  cantando y con fuerza. ¡Siempre está uno aprendiendo!


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