jueves, 10 de febrero de 2011

DIARIO DE UN CURA: ODIOS Y AMORES

DIARIO DE UN CURA:
ODIOS Y AMORES

Hoy, día 9 de febrero  es el 15º aniversario de Radio Tamaraceite. Para mí es una fecha muy significativa.  Y hoy, 9 de febrero, estuve unas horas en Lanzarote, el pueblo donde fui cura cuando yo tenía 28 años o algo así. En el avión, uniendo no sé cuántos pensamientos me puse a pensar en los odios y los amores que a veces nacen tan espontáneamente. Dicen que la franja que separa el odio del amor es tan tenue que a veces se confunde. Resulta raro que dos sentimientos tan opuestos estén sin embargo tan cercanos. Mentiría si dijera que alguna vez he odiado a alguien. Creo que nunca he llegado a eso. Y no es que me lo apunte como un mérito. Tal vez es sólo una forma de ser. No he odiado, creo, pero sí he sido testigo de muchos amigos que han transformado su amistad en odio. También ha ocurrido, creo, lo contrario.
-Los del grupo de E.T., por ejemplo no podían “tragar” a X por sus ideas, por su forma de interpretar la religión o los actos de piedad. Sin embargo, cuando X se traslada a otro lugar, aquellos enemigos empiezan a valorar y a manifestar su afecto por X. Aquellas palabras ofensivas, llenas de odio empezaron a ser cariñosas y amables sin que los criterios de X hubieran cambiado.
-Lo fue siempre una gran defensora  de todo lo que decía y hacía X. Lo valoraba, lo defendía, lo admiraba. Pero cuando Lo supo que había otra persona a la que X apreciaba tanto como a ella todos los gestos y palabras de amor se transformaron en odio.
-R. no ocultaba su admiración por X y sus ideas. Aprovechaba cualquier ocasión para decir lo bueno, inteligente, trabajador, objetivo, ecuánime que era X. Sin embargo, no se sabe por qué motivo R cambió de un día para otro y ya  dejó de ver una sola virtud en X y afirmaba con rabia que era malo, holgazán, falso, ególatra, creído….
A lo mejor es que a veces el odio y el amor se mezclan con los celos y  los fanatismos. Y cuando no hay moderación, equilibrio para ver lo bueno y lo malo de cada uno surgen estas “tormentas”. Precisamente hoy estuve en Tías (Lanzarote)  para compartir con Cande, Pepa  y los demás de la casa los momentos dolorosos que están pasando por la muerte de su padre, Antonio Valiente. Pepa y Cande, a quienes conozco desde hace 30 años cuando Cande hizo la primera comunión, son de esas chicas con las que uno mantiene la amistad y que igual te valoran una cosa como te critican lo que no les gusta o se ríen de ti cuando metes la pata… Son sinceras y no cabe fanatismos ni exageraciones al valorar lo malo o lo bueno de los demás. De Antonio dije en la misa que fue un hombre muy recto, muy justo, trabajador, religioso, serio. Así lo vi siempre y creo que fue un buen ejemplo para sus hijos.
    Aproveché la visita para almorzar con una familia que quiero mucho, Paco el del Hoyo del Agua, Inma y Sara que ya está en 1º de Bachillerato. Allí voy con confianza y me siento muy bien acogido. Después, al regreso a Gran Canaria, seguí para Tamaraceite para participar en el aniversario de la radio. El obispo celebró la misa y me gustó lo que habló de los medios de Comunicación y de la radio en particular. Después hubo brindis y tuve oportunidad de saludar a muchísima gente de Tamaraceite. Me da vidilla ver a los viejos parroquianos amigos, charlar un poquito, reírnos… y comernos un trozo de tarta.
    De paso para abajo, de regreso a Cruce de Arinaga, con la lluvia salpicando los cristales, volví a pensar en los odios y los amores. Está claro que, entre mis amores, uno se llama Radio Tamaraceite. Otro se llama Tías. Y Arinaga y Cruce de Arinaga, también. De odios, gracias a Dios, nada tengo que decir. Se lo preguntaré a Natalia, la psicóloga…en ciernes.Tal vez ella tenga alguna respuesta. 
     

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