Escribe Paco Mira:
A PESAR DE TODO,
SIGO CREYENDO
SIGO CREYENDO
Saben que a veces los acontecimientos
de la semana pueden marcar una reflexión y creo que esta semana es propicio para ello. ¿Saben donde está la
línea roja entre la libertad de expresión, el insulto y la ofensa? Pues yo creía
saber donde estaba, pero me he dado cuenta que no.
Esta semana el actor – entre otras
cosas – Willy Toledo, decía – con perdón – (eso lo digo yo) que “c. en Dios,
no es una blasfemia, sino libertad de expresión”. Les puedo confesar, que
cada vez entiendo menos este maravilloso mundo en el que vivimos y del que
tengo el honor, sin escogerlo, de poder compartirlo con un montón de gente.
Siempre he entendido que la ley del Oeste americano, la ley del país donde no
había leyes y que estas se solucionaban con una pistola al más rápido, pues esa
ley, en teoría se ha acabado y que todos entendemos que mi libertad termina
donde empieza la tuya y viceversa. Y por eso somos libres, pero de aquella
manera.
Probablemente si a Willy le dijera que
yo me acordaba de su madre en un tono jocoso, burlesco y con palabras mal
sonantes …. entiendo que él lo interpretaría de una manera que no es razonable
y probablemente yo haría lo mismo. Seguro que él no lo interpretaría como
libertad de expresión sino como un insulto de alguien que no conoce y menos a
su madre.
Pero creo que tampoco el marco, le ha
ayudado. No puedo meterme en la boca del lobo, para denunciar que el lobo es
peligroso. Creo que las iglesias no son el mejor lugar para la blasfemia
disfrazando esta de libertad. Tampoco los amigos. Me resulta curioso que los
que nunca entran en una Iglesia (eso sí que es respetable ) por el motivo que
sea, en esta ocasión lo hagan para una reivindicación insultante. Bueno amigo,
Willy: a pesar de toda tu libertad de expresión mal sonante, sigo creyendo.
Pero también este fin de semana se
acumulan las complicaciones. Hay que hablar de la Trinidad. Créanme que no es
fácil. No es fácil dar con el ejemplo básico que nos ayude a entender un
misterio que se me antoja complicado. Yo a mis alumnos lo que les digo que es
como aquel hombre/mujer que es médico, hace deporte y además está federado en
un equipo de ajedrez. ¿Son tres personas diferentes?. No. Son tres en una sola
unidos por el amor.
Eso entiendo que es la Trinidad: el
amor que une los diferentes ministerios, posturas, realidades eclesiales. Si
desde el amor somos capaces de realizar diferentes tareas, probablemente
nuestra Iglesia, esa a la que Willy Toledo insulta, sería mejor de lo que es.
No niego – nunca lo he hecho – que nuestra Iglesia pueda ser mejor de lo que
es, pero es una realidad con la que tenemos que convivir y es lo que nos hace
fuertes y capaces de que cuando nos
caemos nos volvemos a levantar.
El amor es el motor que tiene que mover
todo lo que hacemos los hombres y mujeres no solo en la Iglesia, sino en la
sociedad en la que vivimos. Si somos capaces de vivir desde esa realidad, la
Trinidad se convertirá en ese desatascador que sirve para desatascar esas tuberías que a veces están obstruidas por el
desaliento, por la envidia, por el egoísmo, por la falta de generosidad… por
tantas y tantas realidades que en la vida nos hacen caminar de una manera
determinada.
Aún así, a pesar de todos los
inconvenientes de la vida, vuelvo al principio: aún así, sigo creyendo.
Hasta la próxima.
Hasta la próxima.
Paco Mira
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