viernes, 6 de noviembre de 2015

ENTREGA DE ORLAS 2015 EN CRUCE DE ARINAGA

BAJO MI PUNTO DE VISTA
Por Juan Santana Méndez

ENTREGA DE ORLAS 2015 

DEL IES PLAYA DE ARINAGA

         El día 18 de Junio de 2015, en el marco del Teatro del Cruce de Arinaga, fueron entregadas las Orlas a los alumnos y alumnas que acabaron este año el 2º de bachillerato del IES de Playa de Arinaga.
Como suele pasar en este tipo de actos, es un encuentro y celebración entre profesores y estudiantes, antes de que los primeros sigan ejerciendo la docencia y los segundos vayan por caminos que van desde la Universidad, módulos, etc.
Los intrépidos presentadores, elegidos para la ocasión, una chica y un chico, estudiantes del Centro, fueron desgranando todas las curiosidades ocurridas durante sus estudios, no escapando de esas sonrisas burlonas los profesores, que ya deben estar curados de espanto, sabiendo que van a mencionar de ellos todo lo que arranque una sonrisa al espectador, pero sin llegar a la ofensa, porque quedaría mal ante ese público que tan solo espera “risa sana”.
El espectáculo pasó desde una canción de los profesores a otras de los alumnos, que si me lo permiten diré que estuvieron a la altura de las circunstancias.     
Una profesora repartió consejos para los orlados, aunque todos iban en la misma línea, como si quisieran ayudar a los niños pequeños cuando comienzan sus primeros pasos, pues ellos fueron estudiantes y saben de lo que hablan.
El público asistente, aplaudía todas las actuaciones, hasta que llegó la entrega de orlas, por lo que uno a uno, chicas y chicos, fueron desfilando para recoger tan preciado título. 
Según me dijeron algunos alumnos, el momento emotivo lo marcó el reencuentro con una profesora que desde mediados de curso está de baja médica, pero que no quiso perderse el acto, porque son momentos de encuentros con esos jóvenes a los que ella impartió clases.
Si escribo esto, más que nada me mueve la admiración hacia todos los estudiantes que buscan superarse, por lo cual yo les felicito a todos, aunque en especial a un vecino mío, llamado Álvaro y a mi sobrino Raúl Martel.
Yo no pretendo ser notario y portavoz de las cosas que sucedan en Arinaga, pero no creo que les desagrade mucho el que yo cuente las cosas desde un ángulo totalmente diferente al de los demás, tan solo como pone el título de esta nota: “Bajo mi punto de vista”, ya que para su información, soy invidente, pero no sordo.

Juan Santana Méndez
      


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