martes, 3 de noviembre de 2015

EN EL DÍA DE SAN MARTÍN DE PORRES

CARTA AL VIENTO


Esta "Carta" fue publicada aqui mismo hace unos años. Pero como hoy es día de San Martín de Porres, la repito de nuevo.



La crisis, Obama,

S. Martín de Porres,

Womad.


Cuando yo era pequeño (han pasado ya unos cuantos años) ver a un negro en Ingenio era algo casi imposible. Pero alguno aparecía de vez en cuando. Los niños nos quedábamos mirándolo fijamente, extrañados, y siempre había alguna persona mayor que nos reprendía porque le parecía ofensivo nuestra mirada sorprendida.



Hace poco, en África, tuve la experiencia contraria. En este caso, yo era el extraño en un país de negros como Malawi. Los niños, no solamente nos miraban con asombro, sino que más atrevidos que nosotros en nuestra niñez, nos gritaban en su idioma blanco, blanco asungu, asungu, que es como decir tío raro, tío raro.



También esta semana el mundo se ha quedado mirando con sorpresa a Obama, el negro que va ocupar …la Casa Blanca. Llegará el día, esperamos, que no tenga que sorprendernos nada de esto porque habremos asumido que negros y blancos somos iguales, que da lo mismo que uno tenga los ojos azules o verdes o azabache. Que lo importante no es lo externo. Pero para que llegue ese día habrá que seguir soñando y trabajando. Y no vale decir que es que el pueblo americano es racista o cosas así. Seguramente lo somos o lo hemos sido todos.



Comentaba estas cosas hace unos días en mi parroquia actual y alguien me preguntó: ¿Y hay muchos santos negros? Dije que sí, que seguramente hay muchos, muchísimos. Pero que, a la hora de ponerles una imagen, bastante pocos. Tenemos uno, al que todos conocemos, fray Martín de Porres y, encima lo calificamos de Fray Escoba. Podíamos haberle llamado Fray Enfermero que también lo fue, o Fray Humilde o Fray Gran Corazón.

El mundo está cambiando. Bueno siempre ha estado cambiando. Pero yo creo que vamos cambiando a mejor. Que tantas gentes se alegren por la victoria de Obama a pesar de que casi lo único que todo el mundo sabe de él es que es negro, ya es una gran cosa. Lo negro está de moda, bendita moda. Y la solidaridad también lo puede estar. Veo que esta es una ocasión para recordar que Jesús no era rubio, aunque hubiera dado lo mismo. Que María la Virgen tendría el pelo risadito y no con esa melena como la pintan habitualmente, aunque tampoco importa nada. En la capilla de las Carmelitas Misioneras en Malawi está la imagen de un Cristo negro negro, de verdad, con los labios abembados y la nariz chata. Me daba devoción rezar ante aquella imagen. Como ahora siento simpatía porque, por fin, la casa Blanca cambie de color –en sus habitantes me refiero- y también me gustaría celebrar que en la Iglesia valoramos a cada persona por lo que son, no por el color de la fachada. Se acuerdan de aquella canción:

Papá de qué color es la piel de Dios? -Dije negra, amarilla roja y blanca es, todos son iguales a los ojos de Dios.

Este domingo, en Arinaga muchos cristianos –la mayoría blancos- van a celebrar la fiesta de San Martín de Porres. A las 6 de la tarde saldrá en procesión su imagen por la Avenida, junto al mar. Seguramente muchos iremos susurrando los versos de la canción:

Buenas noches dije a mi pequeñín cuando cansado se acostó. Entonces me dijo con clara voz:¡Papá, ¿de qué color es la piel de Dios?
Con tristes ojos me miró y asombrado me preguntó: ¿Por qué entre razas hay tal rencor si somos iguales ante el Señor?
Hijo, eso es parte de un pasado infeliz, pero pronto todo eso llegará a su fin. Y aprenderemos para el porvenir, todos como hijos de Dios vivir.
Cristo nos ha dado la oportunidad de crear un mundo de fraternidad. Las diferentes razas han de trabajar unidas con fuerza de mar a mar.

QUE ASÍ SEA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar.