CARTA AL VIENTO
Animales
benditos
de Tamaraceite
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Programa de la bendición 2013 |
En estos días, con ocasión del día de
San Antonio Abad, en algunos lugares del mundo se hace una solemne bendición de perros gatos, pájaros y otros
animales de compañía. Perfecto. En Tamaraceite, donde se celebran las fiestas
patronales, la bendición se pospone al
próximo domingo 25. Aunque uno no tenga ningún animal que bendecir, vale la
pena estar allí, en la Plaza de la Cruz,
y disfrutar del ambiente de fiesta y de familia y de simpatía que los
vecinos viven con verdadera alegría. Por unas horas, Tamaraceite se convierte
en un zoológico en donde no faltan tortugas, serpientes y la más rica variedad
de especies animales. Todo, bajo la atenta mirada de la imagen del santo abad
con un hermoso cochinito a sus pies.
Pero ¿de verdad debe bendecirse a los animales? Si el significado de
bendecir es desear el bien, por supuesto que sí, igual que se bendice una casa
o un comercio. Cristian Briales, un
jesuita que pasó por esta tierra “haciendo el bien”, mucho bien, decía que él
sólo bendecía personas. Y cuando alguien le pedía la bendición de un coche,
rápidamente le indicaba que a quien iba a bendecir era al conductor para que le
ayudara a ser prudente y respetuoso en la carretera. Algo semejante habría que
decir cuando rociamos con agua bendecida a los animales. Que la bendición
llegue a sus propietarios para que sean
cuidadosos y responsables con sus mascotas. Y respetuosos con las normas
de convivencia y de higiene para que los animales no resulten molestos ni
peligrosos para ninguna persona.
Y ahora que proliferan los
perros en multitud de familias, hay que evitar que suplanten o igualen a la
persona. El perro no es un niño, no es un hermano, no tiene por qué ocupar el
mismo espacio, ni tiene por qué suponer
un desembolso grande de alimentos especiales. Hay que bendecir a los animales y
a sus dueños para que ocupen el lugar que les corresponde en nuestro mundo. Los
excesos nunca son buenos. Me pareció fuera de lugar la defensa que hizo de su
perro la enferma de ébola hospitalizada
en Madrid. Un perro no es un hijo, Teresa.
Primero había y hay que velar por las personas. Precisamente ese cerdo junto a la imagen de
San Antonio Abad recuerda aquella vieja
costumbre de criar un cochino para luego
matarlo y compartir la carne con vecinos y familiares. Porque lo más importante
son las personas.
La fiesta de San Antonio
Abad puede hacernos pensar sobre nuestra actitud hacia los animales…y hacia
nuestros vecinos. Y valdrá la pena encontrarnos en Tamaraceite el día 25 y
cantar con ganas el himno al santo: San
Antonio de Tamaraceite/ santo abad nacido en Egipto,/ santo patrón de este
pueblo/ intercede ante Cristo./ Hoy aquí en Tamaraceite/pedimos su bendición/
para todas las personas/ y toda la creación. Que así sea.
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Agustinito el sacristán cuando ejercía en la parroquia |
P.D. Dispuesta ya esta carta para lanzarla al
viento, me llega la noticia de la muerte del sacristán de Tamaraceite, Agustín
González Ramírez, a los 90 años de edad.
El fue, entre otras cosas, el cuidador de las bellas imágenes del santo abad.
Un hombre servicial, alegre y humilde. Quería a su iglesia y quería mucho más a
la gente. Un buen ejemplo para recordar y que, en su momento, recibió el
reconocimiento de su pueblo con el Premio Radio Tamaraceite.
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