NEREA NARANJO SOCORRO “Me sentí muy feliz. Me sentí un poco más cerca de Dios cuando el obispo hizo la cruz con el crisma en mi frente”

NEREA NARANJO SOCORRO

“Me sentí muy feliz. Me sentí un poco más cerca de Dios cuando el obispo  hizo la cruz con el crisma en mi frente”

     Nerea es una muchacha a la  que le gusta pasar desapercibida. No busca nunca protagonismo. Tal vez su “marca” es la sencillez, la nobleza.  Es cumplidora y,  cuando se compromete a algo,  sabe uno que  es responsable y no va a fallar.

¿ QUÉ DICES TÚ DE TI MISMA, NEREA?

         Tengo 16 años y estudio primero de bachiller en el Cruce de Arinaga. Y llevo tres años en este maravilloso grupo de la parroquia de San José Obrero.

   Respecto a los estudios, quiero hacer un ciclo superior de Animación sociocultural ya que va mucho conmigo. Me gusta hacer boberías y que la gente se lo pase bien. Creo que esa carrera es muy buena para mí.

       Y como sé que me vas  a preguntar si tengo novio… Me adelanto antes de que lo preguntes, jaja Yo no lo llamo novio sino un “amigo especial”. Y la verdad que me va muy bien.  Yo creo que, normalmente, soy buena chica  y amable. Me gusta ser buena amiga con todos.  ¿Qué más te digo?

TE CONFIRMASTE EL PASADO DOMINGO. ¿CÓMO VIVISTE ESTE ACONTECIMIENTO?

      Me sentí muy bien, feliz. Me sentí un poco más cerca de Dios. Sentí una gran alegría cuando el obispo  hizo la cruz con el crisma en mi frente. Fue una sensación inexplicable. Y también me encantó  recordar  con el vídeo tantos momentos vividos en el grupo estos años. Espero que sigamos pasando muchos buenos momentos.

¿Y TU FAMILIA?

      Mi familia está muy contenta con la decisión de confirmarme.  Fue una decisión mía personal y a mi familia les gusta que haya cogido el camino del Señor. Elegí de madrinas a dos de mis tías, unas personas muy importantes para mí ya que sé que, si en algún momento me voy por el mal camino, ellas junto a mis padres, me ayudarán a tomar el camino correcto.

¿POR QUÉ QUISISTE CONFIRMARTE?

Quise recibir el sacramento de la confirmación… porque para mí es un gran paso en la fe, ¡claro! Me entusiasma  el saber que siguiendo los pasos de Jesús puedo ayudar un poquito a mejorar este mundo.

QUÉ TE PREOCUPA DEL MUNDO, NEREA?

            Me preocupa el hambre en el mundo. Pero sobre todo esos niños que no pueden permitirse ni las cosas más necesarias.

¿Y UNO DE LOS DEFECTOS QUE MENOS TE GUSTA DE NUESTRA SOCIEDAD?

No me gusta nada la crítica. Hay personas que critican por todo. Hagas lo que hagas te van a criticar y eso nos perjudica a todos. Me molesta eso y la falsedad.

¿QUÉ BUENOS RECUERDOS TE QUEDAN DE ESTOS TRES AÑOS DE CATEQUESIS?

     ¡¡Buff!! Millones de recuerdos. Son tantos que no sé ni por dónde empezar. Encuentros, vigilias, reuniones, convivencias, discusiones, risas, oración, canciones….

AHORA QUE YA ESTÁS CONFIRMADA ¿ABANDONAS LA PARROQUIA?

      ¡Qué va!!! Cuando una chica, por ejemplo se casa, no abandona ni deja de querer a sus padres. Para mí la parroquia es parte de mi vida y de mi familia. Claro que voy a seguir. Seguiremos reuniéndonos. Y seguiré colaborando, ahora con más razón, en las cosas de la iglesia. Por ejemplo en ese proyecto de dar clases a los niños que no se pueden permitir un profesor particular.

¿CUÁLES SON TUS AFICIONES PREFERIDAS?

      Me encanta la música. . También me gusta el baile. Lo veo como una forma de expresarme libremente, sin depender de nadie. Sin que nadie me critique lo que hago.

           

¿QUÉ LE DIRÍAS A LOS CHICOS Y CHICAS DE TU EDAD QUE NO PARTICIPAN EN  NADA DE LA PARROQUIA?

Les diría… ¡Les diría no! ¡Les digo! Les digo  que se animen a participar en la iglesia. Servirá para encontrarse con ellos mismos. Y con otros buenos jóvenes. Y con Dios, aunque muchas veces escucho en el Instituto a compañeros que dicen que no quieren saber nada de estas cosas. Les animo a que hagan la prueba.

¿QUIERES AÑADIR ALGO MÁS?

      Pues la verdad doy gracias a mis catequistas que nos han animado y nos seguirán animando. Y a todos esos amigos que somos ya una pequeña familia. Y a ti, que seguirás viéndome por la iglesia, que es mi segunda casa.