jueves, 14 de agosto de 2014

FIESTAS EN HONOR A LA VIRGEN DEL PINO 2014 . Saluda del Párroco

FIESTAS EN HONOR

A LA VIRGEN DEL PINO 2014

Ya saben ustedes que dentro de muy pocos días comenzarán las fiestas en honor a la Virgen del Pino en Playa de Arinaga. La programación está cargada de actos muy diversos. En la próxima semana los daremos a conocer con todo detalle tanto en el blog como en la revista parroquial “El Puente”. Para “ir haciendo boca”, les dejo hoy con el Saluda del párroco publicado ya en el programa editado por el Ayuntamiento de Agüimes.
Saluda del Párroco

Un saludo muy cordial para todos los vecinos y visitantes de la Playa de Arinaga, este lugar maravilloso del que podemos disfrutar cada día. Arinaga es un lugar lleno de paz, bañado por la frescura del mar y por la amabilidad de quienes aquí viven.
Ahora, al llegar la fiesta, el ambiente se mezcla de actos muy diversos: música, asaderos, misa, procesiones, playa, deportes, pesca, juegos infantiles, peregrinación y mucha mucha alegría.
Creo que no debiéramos separar, ni siquiera en los programas de la fiesta, los actos “religiosos” y los lúdicos o culturales.  Para un creyente todos los actos se convierten en “religiosos” si ponemos en ellos actitudes cristianas de respeto, de amor o de tolerancia. Participar en la “Vará del pescao” o la verbena de la plaza o en la Travesía son actos tan religiosos como acompañar a la Virgen en procesión. Lo importante es la actitud con la que se vaya. Todo nos ayuda a vivir la fraternidad y la unidad con el pueblo. Y eso es también “religioso”
Un acto llamado “religioso”, como la procesión de la Virgen, es también una actividad cultural en donde cabe la presencia de creyentes y no creyentes. No tenemos por qué separar a unos de otros. Como tampoco tenemos por qué aislarnos dependiendo de nuestra fe o falta de fe. La fe se vive en medio del pueblo y de las situaciones alegres o dolorosas. El respeto a las diferentes formas de pensar y de vivir nos acerca al ideal de hacer un mundo más unido, sin importarnos que el otro sea creyente, agnóstico o ateo.
La Virgen María, que supo salir de su casa y de su ambiente para visitar y ayudar a su prima Isabel ya anciana, nos invita en esta fiesta a no quedarnos en la comodidad de nuestro círculo de amigos. Nos invita  a deshacernos de prejuicios y a participar con alegría y con respeto en todo lo que una fiesta nos ofrece y que nos ayudará a crecer como personas, como ciudadanos y como cristianos. La fiesta de un pueblo no es sólo fiesta de los cristianos. Es la fiesta de todo un pueblo que quiere celebrar todo lo bueno de sus gentes.
Que la Virgen del Pino nos ayude. ¡Felices Fiestas!


Jesús Vega Mesa

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