HOMILÍA DE
ESTE DOMINGO
1.
Pido a todos, en primer
lugar, un recuerdo, una oración en silencio por todas las víctimas de accidente
en Santiago de Compostela. Muchas vidas, algunas muy jóvenes, truncadas por un
desgraciado accidente. Nos es difícil a veces rezar el padrenuestro. Digámosle
hoy de corazón: LÍBRANOS DEL MAL. Líbra de todo mal a los que han muerto, a los
heridos, a los que han perdido a un familiar o a un buen amigo.
2.
También quiero recordar
el encuentro de jóvenes con el papa que se está celebrando en Río de Janeiro.
Allí está el papa que este sábado a las 11 de la noche se encuentran no en un
concierto sino una vigilia de oración. Un millón de jóvenes del mundo rezando
con su pastor. Escuchando la Palabra de Dios y dirigiéndose a Él con mucha fe.
3.
Hace dos años, jóvenes
de nuestro pueblo vivieron esta experiencia en el Encuentro de Jóvenes de
Madrid. Un millón de jóvenes en silencio, delante del Santísimo en la
eucaristía.
4.
Me pregunto. ¿Nuestros
jóvenes rezan? ¿Nuestros jóvenes escuchan la palabra de Dios? ¿Nuestros jóvenes
son capaces de estar en silencio ante el santísimo, venir a la iglesia y
ponerse ante Dios con sencillez y humildad? ¿Nuestros jóvenes tienen la EXPERIENCIA DE LA
ORACIÓN? ¿Nosotros hemos enseñado a rezar, estamos enseñando a rezar a los niños,
a los jóvenes? Enseñar a rezar no es hacer que se aprendan una oración. Enseñar
a rezar no es sólo ir a la catequesis.
5.
Este sábado al mediodía
el papa decía que hay que tener
paciencia y estar con los jóvenes, que hay que escucharles, que hay que “perder
el tiempo con ellos”. Que no basta abrir los templos para que vengan, sino que hay que ir a
buscarlos. La misión del cura y el cristiano no es sólo celebrar la misa. Hay
una tarea más difícil: Acompañar, escuchar, animar, dar ejemplo a los jóvenes.
6.
He preguntado a muchos jóvenes
de fe y su experiencia de oración es muy poca. Saben rezar…pero no rezan.
Cuando se ven apurados dicen de “encender una vela”. Pero es que a la vela hay
que encenderla con oración, con fe.
7.
Dios escucha nuestra
oración, como escuchó a Abrahán. Sodoma se había portado mal. Pero la oración
insistente de un hombre salvó a Sodoma de la destrucción. Porque, como dice el salmo, Cuando te invoqué, señor, me escuchaste.
8.
Los apóstoles veían
ORAR A JESÚS. ¿Nos ven orar los hijos, los amigos? ¿O es algo que ocultamos?
Dice el evangelio de hoy: UNA VEZ QUE ESTABA ORANDO JESÚS, CUANDPO TERMINÓ, UNO
DE LOS DISCÍPULOS LE DIJO: Jesús, enséñanos a orar. Y Jesús les enseñó a orar.
9.
Dos actitudes: 1º: ORAR. En silencio, con palabras, pidiendo,
dando gracias. 2º: Enseñar a orar. No “de memoria” sino experimentando que
podemos hablar con Él como un Padre que nos perdona, que nos anima a perdonar,
a pedir por todos los que no tienen lo necesario (trabajo, alimento, salud…)
10.
Oración hoy por las
víctimas del accidente de tren. Por los jóvenes, por el Papa, por nosotros, por
nuestra oración, por nuestro buen ejemplo…
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