jueves, 21 de abril de 2011

JUEVES SANTO. APUNTES PARA LA REFLEXIÓN

JUEVES SANTO. APUNTES PARA LA REFLEXIÓN 

     Esta noche habrá Luna Llena. Cuando esta tarde, acabada la misa y  mire al cielo, veré esa  gran  luna blanca, la misma que alumbró al pueblo judío para poder escapar  de la esclavitud en la que estaban en Egipto. Y recordaré que los  judíos, agradecidos, cada vez que llegaba esta fecha, miraban y siguen mirando a la luna para dar gracias a Dios porque fueron esclavos y Dios les permitió ser libres. Y la libertad es de los regalos más hermosos que podemos recibir.
Esta noche habrá Luna Llena. 
     Cuando esta tarde, acabada la misa y  mire al cielo,  veré esa  gran  luna blanca, la misma que vieron  Jesús y los apóstoles después de haber cenado juntos. La misma luna que cada jueves santo  nos recuerda que Jesús quiso poner luz en la oscuridad de los traidores, de los que no creen en la amistad, de los que se hacen esclavos del pecado, del odio, del egoísmo, como Judas. Que la esclavitud no viene de fuera sino que es uno mismo quien se esclaviza  al dinero, a los caprichos y  a la comodidad.
     En esta fecha de Jueves santo celebramos muchas cosas entrañables, que sólo se pueden mirar con la luz de la fe, mucho más fuerte que la luz de la luna.
     El Jueves santo Jesús lavó lo pies a los discípulos para enseñarles a ser servidores de los demás, ellos que creían que ser discípulo de Jesús, ser apóstol,  era un prilegio y Jesús le dijo que no. Como ahora. Nos está diciendo Jesús que ser cura no es para que le laven a uno los pies sino para lavárselos a los demás. O que los voluntarios de cáritas y los agentes de pastoral, los catequistas, los que colaboran en las iglesias no tenemos un puesto para mandar, para imponer, sino para srevir, para ayudar, para darnos a los demás.
      Y el jueves santo Jesús se estaba dando cuenta de lo que estaba tramando Judas. Y de otras traiciones nuestras. De las infedilidades en muchas parejas y en muchos amigos y en muchos cristianos que prometimos ser fieles a Dios o al amigo, o a la mujer o al novio…y no. La fidelidad no es un valor caducado. Hace falta gente fiel, gente clara, gente que esté dispuesta a sacrificar sus caprichos y egoísmos por algo tan grande y hermosos como la amistad, como el amor. 
Y el Jueves santo Jesús celebró, con la última cena… la primera misa. Dijo que él se quedaba en el pan, porque no quería apartarse de nosotros más nunca.  Los seguidores de Jesús empezaron a repetir lo que hacía Jesús porque así lo tenían presente..
     Yo sé de muchas personas que están lejos de su familia o de sus amigos. Encienden el ordenador. Encienden la cámara y, se conectan con esa persona a la que quieren aunque ella está allá en Venezuela o en Argentina. Y le ve el rostro y la sonrisa y le escucha… Se están viendo a través de una pantalla…
La misa es algo así. Encendemos la pantalla… Conectamos la cámara… y resulta que Jesús se hace presente. Lo vemos, lo sentimos…nos ve, nos habla…¡Y de manera presente! Hay personas a quienes aburre la misa. ¿No será que no están “escuchando, hablando con Jesús?
     Hay personas que no dan importancia a la misa, que no la valoran, que no le encuentran sentido ¿Será que, a quien no dan importancia, a quien no valoran, a quien no le ven sentido  es a Jesús?
¡El regalo más grande que nos dejó Jesús fue la misa!. Porque nos dio la posibilidad de estar con él, de escucharlo, de decirle mil veces que queremos ser sus amigos, de sentirnos amigos todos los que somos sus amigos.
     Es muy difícil, muy difícil ser cristiano si no se valora estos momentos. Cuando uno deja de hablar, de ver, de interesarse por un amigo… también deja de ser amigo.
     Cuando uno deja de escuchar la palabra de Dios, deja de visitarlo en el sagrario, deja de reunirse con otros amigos en la misa… es que la amistad se ha perdido.
     Queridos amigos. Yo quiero hoy renovar ante ustedes mi compromiso de ser cura, ¡para servirles! Y pido perdón por las veces que no he sido buen cura.
Quiero renovar ante ustedes mi compromiso de GUSTAR, SABOREAR, GOZAR LA MISA, con la misma alegría que cuando mi mejor amigo me llama por teléfono o me encuentro con él. Quiero tener ansiedad  por vivir la eucaristía.
     Y quiero estar ansioso de vivir en la parroquia, de estar con ustedes los feligreses, mis hermanos a donde el señor me ha mandado.
     Cuando esta noche mire la luna, la luna llena de cada Jueves santo, recordaré que un día así fue cuando Jesús pensó en cada uno de nosotros y nos invitó a vivir con alegría la suerte de ser sus amigos. 
         Los horarios de estos días de la semana santa, tanto en Cruce de Arinaga como en Playa de Arinaga pueden verlo en la franja izquierda de esta página, debajo del número de lectores.

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