miércoles, 16 de febrero de 2011

DIARIO DE UN CURA: Sentimientos

DIARIO DE UN CURA: Sentimientos 


  • No sé si le pasa a todo el mundo. A mí me ha pasado siempre. Hay días que uno tiene verdadera necesidad de contar lo que siente o lo que piensa. Y no es que tenga nada muy especial; pero hoy, desde esta mañana, quería buscar un hueco para dejar constancia de esos sentimientos que están dentro de uno y necesitan un espacio más abierto.
  • -Lo comentaba esta noche a las catequistas en Arinaga. Hace algunos años que me siento profundamente bien en las tareas de la parroquia. No hay cosas que me pongan nervioso o incómodo. Todo lo contrario. Mi estado general es de satisfacción en las tareas que hago. Es una suerte, no cabe duda. Hay un compañero que, casi todas las semanas, me llama y me pregunta de entrada: ¿Cómo estás? Y cuando le respondo que muy bien, y esa es siempre la misma respuesta, él me dice: -Qué suerte tienes... porque yo no puedo decir lo mismo. Y no nos referimos en ningún caso a si estamos bien de salud, sino al estado de ánimo. Pues sí,  es una suerte.
  • -Si embargo anoche cuando fui a acostarme y esta mañana notaba en mí una sombrita de preocupación. Creo que en la reunión de ayer con los catequistas me faltó en algún momento un poco más de paciencia o sensibilidad. No sé, me pareció que no siempre transmití paz y alegría y eso me dejó preocupado. Espero que nadie se sintiera mal. 
  • -Hay personas "especiales" que pasan por la iglesia, por la parroquia y que son una llamada a  estar más cercano a los que más necesitados están y no me refiero económicamente. Quiero ver a Jesús en Roque, en Pepe el de Las Rosas, en Josefa, en Alicia. Son personas con algunas dificultades a las que aprecio y a lo mejor debiera dedicar más tiempo....
  • -Me comunicaron que la próxima semana debo estar unos días en la península. No me entusiasma demasiado. Acompañaré a un compañero sacerdote y me gustaría que , todo lo previsto en las parroquias para los próximos días, se pueda realizar: el programa de radio, las reuniones, El Puente, etc. Tal vez va a ser una buena ocasión para repartir responsabilidades. Y eso nunca está mal.
  • -Me gustó la reunión de la coordinadora de Cáritas esta mañana. Se disfruta cuando hay buen ambiente. Tal vez lo que más me molesta en esta y en cualquier reunión es cuando nos pisamos unos a otros en el diálogo. Escuchar al otro sin intervenir hasta que haya acabado cuesta mucho. Y es necesario. 
  • -¡Qé impagable labor la que llevan a acabo los voluntarios de la parroquia en Caritas, en catequesis, en liturgia y en otras pequeñas  tareas!. Seguramente la paz que normalmente siento debo agradecerla a ellos.  


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