UN TESTIMONIO PERSONAL
DE DAVINIA M. R.
DE DAVINIA M. R.
Davinia, una muchacha que vive en Las Rosas, nos ha dejado un interesante testimonio que les invito a leer con cariño:
Suso me invitó a escribir algo para ésta su página. Quizá me costó encontrar un tema concreto sobre el cuál escribir, pero desde el principio, en mi subconsciente estaba todo claro.

Aunque a veces, pensamos que no existe o que es un Dios traicionero. Eso sucede justo cuando fallece algún familiar o alguna persona muy cercana. La pregunta siempre es "¿Por qué?" Pero no tiene lógica preguntarle, ya que la respuesta la tenemos nosotros y está claro que él no va a dar respuesta alguna.
Recientemente, falleció alguien muy importante para mí, mi profesora D. I. Cuando era pequeña pensaba:"Si algún día llegara a enfermar gravemente o se muriera, Dios no lo quiera, yo quiero estar ahí acompañando a sus hijas". "Los deseos son órdenes", dicen y así fue. Viví en carne propia ese fallecimiento tan doloroso. No culpé a Dios, pues sabía que estaba enferma, aunque sus hijas negaran que no gravemente. Quizá para evitarme dolor, quizá para evitar visitas inesperadas. Y lo comprendí. Me dolió no despedirme de ella, no verla una última vez, pero lo comprendí.
Después de tres meses y diez días, cada vez tengo más claro que debo seguir adelante y ejercer lo que siempre he querido: Magisterio, como ella y sus hijas. Así conseguiré honrarla, que se sienta orgullosa de mí dondequiera que esté y sentirme segura de mí misma.
Por todo esto y lo que tenga que recibir, le doy gracias a Dios. Porque de todo se aprende, de todo se conserva algo, desde el dolor más profundo hasta la alegría más inmensa. Davinia M. R. / 20-01-11 / 19:00
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar.