domingo, 15 de noviembre de 2009

DIARIO DE UN CURA. 15 de Noviembre de 2009





Cómo me gustaría escribir cada día lo que vivo, lo que siento en mi experiencia de cura. Aunque a veces, casi que mejor que no. El miércoles o el jueves, después del diálogo con F. tal vez hubiera sido una página tristona. Incluso transmití algo en unos apuntes que no aparecieron aquí. Prefiero los domingos. Suelen estar llenos de luz y de optimismo. Tal vez el Señor se manifiesta más claramente. La semana ha sido muy variada y el peso del domingo, lleno de fuerza espiritual, parece que sitúa los acontecimientos.
La noche del miércoles, la verdad, fue un poco amarga. No se siente uno bien cuando no es posible el diálogo. F. y la catequesis de jóvenes fueron el detonante. Pero llegó el jueves y las aguas fueron volviendo a su cauce. El recuredo de La Plaza de la iglesia y Dahelire y el diálogo con Xaque y los chicos del Instituto y el buen entendimiento con los amigos de Vecindario (Toñi, Isa,Antonio Tachi, Adela...) facilitaron el contrapeso. El retiro con el obispo tuvo sabor agridulce. Me sentí más cercano al obispo y en algún momento me dio pena porque creo que se sentía mal con algunos comentarios. Antonio B. y Paco M. no llegaron al almuerzo y ´quedó enrarecido el ambiente. O ya venía de antes. Luego vino Tamaraceite, "en clave de Radio". En esa clave me sentí muy a gusto: José Luis, Juan, Félix, Davinia, Olga, Mónica, Almarca, Juan alberto... mucha gente amiga que te llena. Cómo me hubiera gustado que siguieran formando parte dela radio. El acto del aniversario del programa de José Luis fue sinceso, sencillo, sin "discursos". Bastó la presencia.
Los niños de las Rosas son un capítulo aparte. Estaban inspirados en la primera catequesis de sintesis y preadolescentes: Davinia, Víctor, María, Verónica y las excelentes "catequistas" al menos en ese día: Águeda, Mónica y Martina. Disfruté, me reí, me emocioné...Hacía tiempo que no hacía yo de catequista y la verdad que con los adolescentes lo paso en grande. Y más cuando hay gente adulta que está en la misma onda. Lo del miércoles se iba borrando... Hasta el viernes cuando vinieron a la sacristía de Arinaga l@s chic@s del nuevo grupo de Fela, fue satisfactorio. Venían reclamando, epro nos entendimos fácilmente. El colofón del viernes, en Espinales. Primera celebración, la ermita "llena hasta la bandera" y ambiente familiar, víspera del domingo. El sábado caminata con gente de de Tamaraceite y de mi parroquia. Allí estaban, de la parte de acá, Cristian, Omaira y Aroa. Tres buenas muestras de la muchachada que crece por aquí. Desde la Montaña de Agüimes hasta donde subí con ellos se divisa el paisaje completo. Los pueblos que uno quiere y vive se contemplan muy bien desde allí: Arinaga, Cruce de Arinaga, Ingenio... Al regreso, bajando solo aquellas laderas me sentí feliz para empezar la liturgia del fin de semana con bautizos, entierro, misas y el encuentro con muchísima gente que pone la nora festiva del día del Señor.
Loren cantó y tocó la guitarra en la misa del sábado de Arinaga. Fue un regalo. Pepita, hiperactiva, echa una mano necesaria en la liturgia. Me sería imposible a mí abarcar todo si ella faltara. Y la noche del sábado, reunión de matromonios. Ya me dormía un poco cuando la reunión se alargaba. Pero pudo más lo interesante del encuentro y el entusiasmo de las parejas. Fue el primer encuentro y quedé satisfecho.
El domingo lo llenó todo. La misa con los niños, el alegre semblante de los adultos, las canciones que Paco G. prepara y anima con tan buen espíritu y alegría. Igual o muy parecido en Arinaga. En la misa del día mete uno toda la semana y se convierte en melodía. Eché de menos a Noelia, no sé por qué. Tampoco estaba Carmelita que sigue en el Hospital. Se presentó una nueva familia argentina en Arinaga, me pidió una notita Aarón, cantamos con fuerza Iglesia Somos, los catequistas estvieron al pie del cañón,se repartieron y comimos galletas,...El domingo es la fiesta. Y ahora, cuando acaba el día del Señor y se dispone uno a iniciar una semana, la iluión supera al cansancio, las notas alegres son muchísimo más abundantes que las tristes. El Domingo es el día de la siega. Ha habido fruto. Puede uno dormir con mucha paz. Eso espero.

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