Escribe Paco Mira
DIOS MÍO, (Abba): POR FAVOR, ¡BASTA YA!
Creo que soy el menos indicado para pedirle a Dios nada. Creo
que soy el menos indicado para exigirle a nadie nada y menos a Dios, sin
embargo creo que sí estoy en condiciones de poder dialogar, conversar, quizás
discutir, con mi padre de temas que nos preocupan, de temas que me preocupan,
de temas que son de interés para la mayoría.
Llevamos una semana muy ajetreada.
Llevamos una semana llena de acontecimientos que requieren un diálogo amplio,
abierto, pausado y un diálogo que tiene que ser efectivo. De nada vale que nos
sentemos en algún lugar, que salgamos en la foto, que firmemos en falso lo que
no cumplimos, que hagamos declaraciones de cara a una galería que ya no se cree
nada. Una semana de 900 ahogados que iban en un barco con la ilusión de una
vida mejor; una semana en la que nuestros hermanos los yihadistas volvían a
hacer alarde de hombría religiosa y volvían a pasear a cerca de veinte de
cristianos camino de su Gólgota particular; esta semana alguien daba la espalda
a la cultura, a la formación y en un instituto sesgaba la vida de otros. ¡Dios
mío, qué semana!
Por eso me permito decirle a mi padre,
a mi Dios y creador, que por favor interceda para que podamos decir basta ya y
que se cumpla. Y me dirijo a él así porque como dice la 1Jn, somos hijos de
Dios, por el amor que Dios nos ha tenido. Además el mundo no le conoce porque
no le conoció a el y en esto nosotros podemos tener algo de culpa. Este fin de
semana es la semana del Buen Pastor, (Jn
10, 11) del pastor que conoce a todas y cada una de sus ovejas; que las conoce
y llama por su nombre; de las que cuando se pierde una deja a las restantes y
se va tras ella porque todas son importantes y ninguna es mejor que otra. A
este Buen Pastor le tendremos que pedir que interceda ante estas ovejas
descarriadas; que interceda ante quienes
creyendo tener la verdad lo único que hacen desperdigar cada vez más al resto
del rebaño.
Este fin de semana es también el dedicado a las vocaciones de la
vida consagrada. Es decir, podría ser el día de todos y cada uno de nosotros.
Consagrar la vida nuestra a favor de la de otros no es tarea exclusiva de unos
pocos que por un ministerio, tienen la “obligación” de servir a otros. Todos
estamos llamados al servicio, el Buen Pastor nos ha escogido para ayudarle en
esa materia. No debemos dejar en manos de organismos internacionales lo que
nosotros, a pequeña escala, podemos ir haciendo.
A veces con nuestros comentarios a nivel coloquial lo único que
hacemos es agrandar más la brecha entre hermanos; a veces con nuestros juicios
de valor lo que hacemos es ahondar más en una herida que jamás tendría que
haberse producido.
Me gustaría que hablásemos un poco más con nuestro Padre. Que
oremos un poco más, que nos pongamos ante él con sinceridad. Que seamos capaces
de abrir ese corazón que late por la vida que generamos, y nos aflijamos por
los ahogados que salen con la ilusión de una vida mejor y nosotros estamos
dispuestos a compartirla con ellos;
Me gustaría que hablásemos un poco más con nuestro Padre y que
le pongamos en sus manos las vidas de tantos cristianos que en tierras de
esclavitud están viviendo su particular éxodo y quizás mueran en manos de
faraones que poseídos de una verdad particular, aniquilan lo más preciado que
es la vida.
Amigos. Entre todos digamos, ¡basta ya!. Nuestro Padre que está
en el cielo y en la tierra sabe lo que nos conviene, pero lo que no le conviene
a nadie es que vivamos en esta situación de muerte y de odio.
Hasta la próxima.
Paco Mira
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