(Escribe Juan Santana)
MÁS DE LO MISMO
Resulta que la semana
pasada estaba prevista una reunión de los pescadores deportivos con el alcalde
de Agüimes, pues no dejan bajar los
coches por la rampa para llevar sus barcos, pero tampoco subirlos.
La reunión se haría en la Casa de la cultura de
Arinaga, aunque a última hora, el alcalde decidió hacerla en el club de
pensionistas, a sabiendas de que eso
traería más confusión y la gente acudiría al lugar donde estaba prevista dicha
reunión en un principio.
Aún así aquello estaba
lleno de asistentes, pero sin micro, ni se le escuchaba a D. Óscar Hernández,
así que de lo poco que sacaron en claro es que él haría las gestiones ante las
autoridades de la Guardia
civil, concretamente del “CEPRONA”, porque fueron ellos los que multaron a uno
de los barcos.
D. Óscar dijo que presentaría
un borrador, pero luego a esperar la respuesta, avisando este que eso tardaría
unos meses, por lo que recomendó a los dueños de los barcos que no acudieran a
la pesca hasta que la “burocracia” estuviera en marcha.
O sea que durante todo el
verano no se podrá ir a pescar, pues se tienen que bajar los barcos por la
rampa y de momento está prohibido.
Ahora que en el verano vigilarán la
playa los voluntarios de Protección Civil, me pregunto por donde bajarán el
barco que ellos poseen y que está destinado a la noble tarea de salvar vidas.
La cronología de casos como este se remonta a unos
años atrás, cuando pretendían que los barcos de pesca profesional los pusieran
en el muelle, junto al restaurante “La Farola ”, pero mi padre dijo que él no ponía su
barco allí, porque con el nulo respeto que había se lo tiraban al mar sin pasar
por la rampa.
A nadie se le esconde que
hay más necesidad que nunca, o sea que son pocos los que disfrutan de un
trabajo para llevar el producto de su jornal a casa, momento más que necesario
para que esos peces que están en libertad sirvan para mitigar el hambre.
También están vigilando
mucho para que no capturen peces pequeños, cosa que me parece bien, pero debían
darse un paseo por los grandes supermercados y ver el “infanticidio” que se
comete a diario, porque están los expositores bien repletos de peces diminutos
y no hacen nada para evitarlo, mirando hacia otro lado.
Esta playa, a pesar de
haber sido fundada por pescadores, son ellos los que sobran, aunque no
suspenden la “Vará del pescao” porque es motivo de grandes ingestas de alcohol
y eso no procede.
Y es que los pescadores ya teníamos una
rampa por donde bajábamos y subíamos los barcos, pero con la promesa de que
podíamos utilizar la que está ahora, derribaron la otra y ya pueden imaginar la
veracidad de lo que prometieron a los marineros.
Es una pena que seamos
extraños en nuestra propia tierra, pasando de ser “gobernantes a gobernados”.
Nosotros, desde que
teníamos fuerza para sostener una caña, ya íbamos a los tomateros y escogíamos
la que pensábamos era la mejor caña para que nuestro padre la preparara y nos
poníamos ya a pescar, sin pensar en permisos ni carnets para hacerlo, al contrario
que ahora, donde los padres ponen en manos de los niños a un perrito para que
estén entretenidos y al finalizar el verano lo abandonan a su suerte.
Por lo aquí expuesto, espero y deseo que
todo vuelva a la normalidad, pues en la playa hay sitio de sobra para
pescadores y bañistas, pidiendo perdón si alguien se siente ofendido con estas
líneas.
Juan Santana Méndez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar.