jueves, 1 de febrero de 2018

UNA GRIPE PASAJERA

DIARIO DE UN CURA

UNA GRIPE PASAJERA

Hace bastantes años conocí a Marcos, un joven  del pueblo de Tías, en Lanzarote, que disfrutaba mucho haciéndonos  preguntas absurdas a los demás: ¿Dónde está la otra mitad del medio Oriente? ¿Para qué sirve la gripe?  ¿Por qué hay que sortear los peligros si se sabe que nadie los quiere? ¿Para qué sirve la guantera del coche si allí nunca hay guantes?

Me acordé de Marcos  porque esta semana, como ha ocurrido en muchas casas, la gripe me hizo una visita breve. Espero que no vuelva. Y recordé su pregunta: ¿Para qué sirve la gripe? Esta vez te voy a responder, Marcos.

Me ha servido para dormir un poquito más. Y para hablar por teléfono con algunas personas a las que hacía tiempo que no llamaba. Y para organizar un poco la agenda colocando reuniones y actividades que estaban sólo en la mente. Y para darme cuenta lo desordenada que está la casa. Y para comprobar lo débil que uno es, con sólo unas décimas de fiebre. Y para responder correos atrasados. Y para pensar y rezar y leer. Y para convencerte otra vez que la televisión no es alternativa para nada. 

Sí, me gustó esta gripe ligera, que me liberó de un par de reuniones y me ayudó a conocerme un poco más.  No está mal que, de vez en cuando, deje uno el coche en el garaje y se mantenga en el calorcito del hogar. Para eso debe ser la gripe: para recordarnos que hay cosas y personas que estamos abandonando. Para ayudarnos a pensar que no somos imprescindibles; que el mundo no se termina aunque uno, aparentemente,  desaparezca de él  un par de días.

Yo no quiero más gripes ni catarros. Pero si vienen, habrá que sacarles provecho. Porque en la vida todo nos sirve: los momentos dulces y los amargos. Los momentos de compañía y los momentos de soledad. De todo se puede aprender. Por cierto que un momento dulce fue la reunión de anoche con los padres de los más de  cien niños que este año harán su primera comunión. Da gusto hablar y escuchar a los padres cuando se ve un ambiente receptivo, de mutua colaboración, de sintonía.  

Marcos, amigo conejero,  he tardado bastantes años en contestarte. Pero ya tienes mi respuesta aprendida en la experiencia: la gripe vale para muchas cosas. Hasta para acordarme de ti, de Lanzarote y de tus preguntas.

Jesús Vega Mesa 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar.