GRACIAS MARÍA
POR PARIR LA VIDA
POR PARIR LA VIDA
Los que somos padres, entendemos el proceso de gestación de un hijo. Nuca mejor dicho que “cuando seas padre, comerás huevos”. Ilusión, incertidumbre, miedo, ganas, sonrisa, dolor, preparativos…. Todos son ingredientes de una maravillosa aventura cocinada con grandes dosis de amor y felicidad, aunque los avatares del futuro nos dejen la crianza en una cierta incertidumbre.

Alégrate, el Señor está contigo. Los evangelistas no dudan en
llamar a María “predilecta” por ser la elegida para llevar a cabo el don más
maravilloso del amor de Dios por la humanidad: la encarnación. El sí de esta
mujer sencilla no fue motivado por el fervor del momento, su sí fue motivado
por la certeza de que Dios estaba presente en ella. Dios le da una misión, la
asocia a su plan de salvación y para ello le garantiza su presencia.
Alegrémonos,
el Señor está con nosotros. Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos pasado momentos
difíciles. No obstante, los discípulos de Jesús no nos podemos resignar ante
las dificultades y, mucho menos, quedarnos quietos cantando lamentos. Como
María, estamos llamados a decir nuevamente sí al proyecto de Dios, a estar
alegres y llenos de esperanza porque Dios está con nosotros. ¡No dejemos que
nos roben la alegría ni secuestren nuestra esperanza! Dios sigue presente en la
historia y nosotros, su pueblo, con nuestros aciertos y errores somos sus
testigos. Tenemos un gran potencial para ayudar a hacer de este mundo un lugar
de vida, verdad y paz.
Concebirás
y darás a luz un hijo.
María, hace 2000 años, con su sí, abrió los espacios de la humanidad para la
presencia de Dios en la historia. Hoy, 2017 años después, el Señor nos invita a
nosotros a crear las condiciones de posibilidad para que la humanidad abra de
nuevo un lugar al Dios que se hace hombre en Jesús. Nuestra
forma particular de “concebir y dar a luz” se concreta en
nuestros esfuerzos por hacer presente a Jesús y el Evangelio en todas las
realidades humanas. Los discípulos de Jesús creemos que los valores del
Evangelio son una buena noticia y una palabra pertinente que puede ayudar a dar
a luz una nueva humanidad. En esta tarea cómo nos gustaría contar con todos los
hombres y mujeres de buena voluntad, sin distingo de razas, lenguas o
religiones, tendiendo puentes de reconciliación por donde pueda transitar la
vida.

¡Hágase! El sí de María es un acto total
de confianza, entrega y abandono en las manos del Padre. Hoy nosotros podemos… Hoy
nosotros queremos decir sí a Dios. Le pedimos que irrumpa en
nuestras vidas para que, con ilusión, esperanza activa, creatividad, valor y
entusiasmo podamos hacer presente una vez más a Aquél que desde el portal de
Belén nos enriqueció con su pobreza y es la luz que ilumina el nuevo amanecer
de la humanidad.
Ante el nacimiento del Niño Dios en
Belén pidamos a Dios que inunde de sí nuestras mentes y nuestros corazones para
que, hoy como ayer, podamos decir ¡Feliz Navidad!
Lo dicho, FELICIDADES.
Hasta la próxima.
Lo dicho, FELICIDADES.
Hasta la próxima.
Paco Mira
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar.