miércoles, 13 de abril de 2016

EDJ 2016 LA ALDEA

ENCUENTRO DIOCESANO DE JÓVENES 2016

Buenas. Hoy les contaré cómo vivimos el Encuentro  Diocesano de Jóvenes, que llevaba consigo el lema “Conecta, conmuévete… y cambiará el mundo”, celebrado en la Aldea de San Nicolás durante los días sábado 2 y domingo 3 de abril, aunque nosotros sólo fuimos el domingo.

El domingo quedamos en la Iglesia del Cruce de Arinaga a las 7:30 para salir todos juntos en coches diferentes, tal y como se había acordado. Una vez que ya estábamos preparados para salir, iniciamos la ruta hacia la Aldea.

Al llegar a Mogán, hicimos una parada en el Parque Nicolás Quesada, situado en frente del Ayuntamiento del municipio, para desayunar, sacar algunas fotos, conversar o compartir ideas, opiniones, etc. Se habló acerca del cristianismo, curas, seminaristas, primeras comuniones, confirmación, la mayoría de edad, los cumpleaños, etc.

Luego emprendimos nuevamente el camino hacia el destino marcado. Cuando llegamos a la Aldea fuimos recibidos en la Iglesia San Nicolás de Tolentino por la organización del Encuentro Diocesano de Jóvenes.

Estos nos guiaron al Centro Municipal de Cultura, dónde se llevaría a cabo la actividad “Mejoramos el mundo”, y que consistiría en la exposición de sus propias experiencias como “cristianos” de algunas personas con profesiones distintas: un cura, una enfermera, una locutora de radio, dos profesores, una monja y un político. Anteriormente, el Coro Parroquial La Aldea cantó una canción titulada “La sal y la luz” y el Obispo nos dijo en breves palabras que nosotros, los jóvenes, somos el futuro de las parroquias y que las parroquias en sí, también nos necesitan. Entre sus experiencias personales, nos contaron cómo vivían la fe, cómo influyó Jesús en sus vidas, y de política entre otras cosas. Mereció la pena escuchar estos testimonios ya que traían consigo una moraleja; “que no nos avergüéncemos de creer en Dios”. Para concluir esta actividad, mostraron una visualización sintetizada con imágenes de varios momentos que habían vivido los jóvenes el día anterior.

Posteriormente, nos acercamos hasta la Ciudad Deportiva Los Cascajos, en la que se celebraría la Eucaristía presidida por el Sr. Obispo Don Francisco. Junto a nuestro Obispo, había seis curas y dos seminaristas. Gracias al Coro Parroquial La Aldea, que ya habíamos mencionado, la Banda Pasión de la Aldea y algunas anécdotas de nuestro Obispo, se consiguió que la “misa” fuese más amena, fluida y divertida. Al acabar la “misa”, pillamos a Don Francisco “in situ” antes de irse a comer, para hacerle la entrevista que habíamos preparado el viernes anterior en catequesis, con el objetivo de conocerle un poquito más.

Después, almorzamos en la plaza de la Alameda, lo que trajimos cada uno, sanwchiches de chorizo de Teror, queque, golosinas... Seguidamente, disfrutamos bailando, cantando y brincando con la Charanga La Aldea y música variada.

A continuación, llegó el momento de irse y fuimos a merendar al McDonnalds del Centro Comercial Siete Palmas, situado en frente del Estadio de Gran Canaria. Y por último cada uno se fue a su casa mientras otros visitamos a Suso en la casa parroquial.

Sin más, tampoco nos podemos olvidar de algunas anécdotas que hubo. Una de ellas es que cada vez que nos desplazábamos en coche de un lado a otro, la distancia de los coches de Adela, Pili y Cita con respecto al de Paco era de “casi 2 km” (exageradamente), y teníamos que esperar a que llegara para seguir la ruta. Otra de ellas es que en el momento cuando empezó a sonar la música (en el almuerzo) se puso a bailar una persona mayor con nosotros, y ésta nos dijo a Paco, a Pili y a mí; “… pensaron que no iba a poder bailar con ustedes, o que me iba a marear o algo así; pues no, yo aguanto esto y más…”.

Personalmente, en primer lugar quiero agradecer a Adela, Paco, Pili y Sita por acompañarnos en todo momento y que si no fuera por ellos, no hubiésemos podido ir al Encuentro. En segundo lugar, a los jóvenes del grupo por hacer el esfuerzo de levantarse temprano, que aunque algunos nos habíamos ido de “marcha” o “de fiesta”, supimos aguantar el sueño que teníamos y prestar atención a todo lo que veíamos. Y en tercer lugar, recomiendo a todos los jóvenes, que vayan a estos Encuentros Diocesanos de Jóvenes para que conozcan a Jesús y algo más de nuestra religión; y que si tienen la oportunidad de estar en un grupo de jóvenes parroquial, aprovéchenla porque van a aprender un montón, a vivir muchas experiencias juntos y sobre todo a conocer gente que estén unidos por la misma razón: Jesús.

Muchas gracias, y hasta el próximo Encuentro Diocesano de Jóvenes.

Javier Mateo Álvarez García

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