Recordando a Mara González
CON MI MAYOR
RESPETO
En esta ocasión, sin
creerme el ser una persona capacitada para ello, intentaré de todos modos
comunicar como sé algo que hace días da vueltas en mi mente.
Me refiero a decir algo sobre la recientemente
fallecida Mara González, que en paz descanse y para nada perturbe su sueño en
el cielo esto que escribo.
A nadie se le esconde que
fue una locutora de radio, que alomejor desagradaba a unos pocos, pero éramos
más los que la admirábamos por su dedicación a ese medio que tanto se escucha
en las islas.
Aunque perteneció a la cadena SER, que venía a significar “Sociedad española de radiodifusión”, ella siempre abanderaba las siglas “E A J 50, Radio Las Palmas”, que podíamos leer al pasar por allí en el antiguo coche de hora, al pasar por la calle Rafael Cabrera, camino del Parque de San Telmo, que era la parada final.
Aunque perteneció a la cadena SER, que venía a significar “Sociedad española de radiodifusión”, ella siempre abanderaba las siglas “E A J 50, Radio Las Palmas”, que podíamos leer al pasar por allí en el antiguo coche de hora, al pasar por la calle Rafael Cabrera, camino del Parque de San Telmo, que era la parada final.
A los que no lo sepan, les diré que hace
unos años, la emisora se trasladó hasta “El Cebadal”, pero siempre comunicados
con los oyentes a través de las ondas.
Mara fue una mujer que se
implicó en las cuestaciones a favor del Colegio San Juan de Dios, movilizando a
muchas personas, que “hucha en mano”, recorrían todos los rincones de la isla
de Gran Canaria.
Como las emisoras de radio
privadas viven de la publicidad, ella llegó a desplazarse hasta el sureste,
presentando el programa desde Sardina del sur.
Allá donde iba, la gente acudía para
saludarla, conocerle en persona y estrechar su mano, porque era muy
admirada.
Yo nunca tuve el placer de verla de cerca,
pero ahora pienso que si hubiese sido al revés, se rompería eso que llaman la
magia de la radio, porque no me negarán que incluso ahora escuchamos al locutor
cuando narra un partido de fútbol y nos parece estar mirándolo en la tele, por
supuesto si este te explica en todo momento la situación del jugador que lleva
el balón.
Volviendo a lo de Mara, me
viene a la memoria unas navidades, que no recuerdo el año, pero presentó un
concurso al que denominó “Abecedado El Mesías”, REPRESENTANDO ESTA MARCA A UNOS
PRODUCTOS NAVIDEÑOS.
Dichos dados, según decía
ella, en vez de números o puntos como los tradicionales, estos tenían letras.
Hacía unas pocas tiradas, hasta que formaba una palabra, dando unas pistas para
que los oyentes escribieran una carta con la respuesta, ya que en esos años no
existían las “redes sociales”.
Confieso que yo participé
varias veces, pero a pesar de adivinar la respuesta, nunca me tocó el premio.
Esto lo digo para los amigos de las estadísticas, para que me dejen fuera,
aunque de todas maneras, como ya hace bastantes años de eso, si me hubiese
tocado se les hace tarde para pedirme, pidiendo disculpas por la broma.
En resumen, que mi
propósito no es otro que resaltar la semblanza de una mujer nacida en Gran
Canaria, presumiendo de ello cada vez que tenía la oportunidad de hacerlo
cuando acudía a un evento al que era invitada como presentadora.
Por todo ello, siempre
recordaremos a esa mujer ante el micrófono, estando viva en nuestros corazones.
¡Descansa en paz, querida Mara!
Te lo desea: Juan Santana
Méndez y seguro que muchos de los que lean esto.
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