viernes, 4 de diciembre de 2015

LA LUZ QUE VA DELANTE ES LA QUE ALUMBRA. Y JUAN SABE MUCHO DE ESO

LA LUZ QUE VA DELANTE 

ES LA QUE ALUMBRA.  

Y JUAN SABE MUCHO DE ESO

         A veces pienso (porque lo hago de vez en cuando) que a cierto grupo de personas nos falta valor, coraje, ganas, energía. Me da la impresión que a las generaciones de ahora, los chiquillos entre 12  y 15 años les debe faltar alguna vitamina porque les preguntas algo y parece - con perdón - que les falta fuelle, les falta vitalidad, lo que decía mi abuela, sangre en las venas.
         No es muy bueno gritar, pero sí creo que sea bueno que de vez en cuando exista algo que nos despierte, que nos espabile, que nos aligere del letargo en el que estamos metidos. Da la impresión como que hay alguien que lo que pretende es tenernos como los osos en hibernación.
         

       Quiero imaginarme a un tal Juan. Quiero imaginarme una voz que clama en un desierto. Un desierto como imagen de soledad, de abandono, de no escucharte nadie, de que cada uno va a su "bola" sin importarle la temperatura del desierto, las dificultades por las que se pueda estar pasando, las necesidades particulares y comunitarias que puedan existir... y alguien que esté con el sonsonete en la oreja de allanen los caminos, preparen un camino, que lo escabroso se enderece... Me imagino un Juan loco, abatido, de voz ronca, quizás harapiento  y sucio, un Juan que habla para unas arenas que juntas forman el desierto pero que por separado las lleva el viento.
         Me quiero imaginar a ese mismo Juan, a Paco, a Nieves, a Monse, a Pepe, a María José....  a tantos y tantos que hoy en día, también con la voz ronca, quizás abatidos, quizás no muy bien vestidos, quizás sin trabajo, quizás con alguna enfermedad en casa que dentro de poco puede ser irreversible... diciendo que la esperanza no está perdida, que el desierto se puede convertir en oasis si preparamos un camino a aquel que es la Esperanza y esta con mayúsculas. Quizás hoy en día hay muchos Juanes que gritando o sin hacerlo son el testimonio vivo de una realidad que intentamos predicar todos los días.
         Juan, para lograr esto, no necesitaba mucho. No era de grandes comilonas, (saltamontes) ni de grandes vestidos (piel de camello), y nosotros pensamos que las apariencias son las que valen en la vida y que esta nos hacen conseguir aquello que nos proponemos cuando sucede todo lo contrario.      Este martes también celebramos que la libertad en nuestro país también es posible. Pero una libertad reglada y asumida por todos. Este martes celebramos que la democracia es la mejor de las maneras para vivir en armonía. Quizás venga a cuento lo que Pablo le dirige a la comunidad de Filipos, cuando les dice: "Que su amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores"  (Fil 1,4-6). En el fondo, la convivencia democrática no es más que la armonía entre todos desde el amor. ¡ay cuanto tiempo perdemos, a veces, en cosas que no favorecen la armonía!. Nunca, en nombre de nadie, profanemos los valores que nos hicieron llegar hasta donde estamos.
         Amigos ¡qué hermoso es el adviento!.¡ qué bueno la cantidad de cosas que se nos ofertan ante nuestros ojos para poder llevar a cabo los planes de Dios!. Hoy estamos todos llamados a ser Juanes. A ser voces que tienen que clamar en un desierto que paradójicamente está lleno de gente, pero sordos a las realidades más claras de la vida. Estamos llamados a allanar un montón de colinas que no nos dejan vernos con claridad los unos a los otros; estamos llamados a desbrozar los senderos llenos de dificultades que impiden abrazarnos como hermanos.
         ¿ven como el adviento da un montón de oportunidades?. Parece que a lo lejos, ya veo Belén, ¿ustedes?
      Hasta la próxima
         Paco Mira


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