viernes, 4 de septiembre de 2015

¿UN VIACRUCIS EN EL TIEMPO ORDINARIO? POR FAVOR, MAMÁ PINO

Escribe Paco Mira

¿UN VIACRUCIS EN EL TIEMPO ORDINARIO?
POR FAVOR, MAMÁ PINO
         No les voy a revelar nada nuevo, si les digo que un buen maestro o profesor no es el que en la fase de oposición ha sacado en todas las pruebas un premio cum laudem, es decir, el máximo galardón que por sabiduría se le puede dar a una persona en nuestro país. El buen maestro o profesor es el que habiendo sacado ese premio, es capaz de transmitir a sus alumnos sus conocimientos y encima estos se divierten aprendiendo y con lo que aprenden. Ese sí es un buen maestro. Claro está, si hacemos un repaso por nuestros colegios, muchos lo consiguen y otros están en fase de ello, empezando por nuestros ministros e incluso por nuestros consejeros.

         Si hablamos de metodología y de pedagogía, siempre he dicho que nuestra Iglesia, esa que tanto criticamos por no ser coherente o consecuente con lo que dice que predica, ha sido y es un ejemplo a seguir. Y lo es precisamente porque desde el silencio es capaz de transmitir un lenguaje simbólico en el que no hacen falta palabras. Veamos, sin ir más lejos, todos los sacramentos o toda la liturgia  que no dejan de ser un lenguaje que dice un montón de cosas pero desde el silencio, y con gestos.
         La Iglesia es capaz de transmitir en el tiempo y lugar apropiado aquello que quiere que se sepa: un viacrucis no es más que una forma de dar a entender un mensaje en el momento y espacio adecuado, la cuaresma. Un mensaje que quiere dejar entrever cuales han sido los últimos pasos de Jesús, antes de su manifestación suprema de amor en la cruz. Pero es más, la Iglesia adapta el lenguaje al tiempo que le corresponde y no fuera de él. Por ejemplo no es normal un viacrucis en Diciembre, porque no le corresponde.
         Todo esto viene a cuento, porque estamos ahora litúrgicamente hablando en el tiempo ordinario, es decir no hay nada extraordinario que la Iglesia quiera resaltar en el camino de la fe. Sin embargo la sociedad en la que vivimos sí está fuera de contexto a nivel humano. Lo que se está viviendo en Europa no tiene nombre. Lo que se está viviendo en Europa está lejos de las categorías humanas más asequibles. Miles y miles de seres humanos están viviendo su particular viacrucis fuera del tiempo que les corresponde.
         Yo me pregunto, con el salmista, ¿hasta cuándo Señor, seguirás olvidándonos?, ¿hasta cuándo Señor va a triunfar mi enemigo?. El flujo migratorio que se está produciendo en Europa no es normal. Las imágenes de muertos que han acabado su particular viacrucis en una Europa democrática, avanzada, tecnológicamente casi perfecta, económicamente casi saliendo de la crisis... que veamos a gente gateando por alambradas, muertos en camiones - paradógicamente - de comida de animales, muertos en los mares que representan eternidad por su inmensidad.... no es normal. A veces me pregunto si es verdad que vivo en la Europa que se pinta en las noticias de los informativos.

         Esta semana subiré a la Virgen del Pino. Subo por dos motivos: porque me apetece el compartir caminata con amigos y familiares y porque me apetece que después del esfuerzo me pueda encontrar con mi madre en la fe. Cuando esté delante de ella no solo le pediré por los míos, le pediré por los del viacrucis fuera del tiempo que le corresponde; le pediré para que acoja en su seno a todos aquellos que han dejado su esperanza e ilusión en el intento, ¡ que triste es eso!.
         Me gustaría que todos los que subamos a Teror, le pidamos a nuestra madre, no que baje el precio del alcohol, sino que suban las ganas de ver a los demás como hermanos nuestros, especialmente a los más débiles. ¿Para qué tantas reuniones para ver si nos ponemos de acuerdo?. ¡por favor, BASTA YA!. Mamá Pino, estamos hablando de seres humanos, de tus hijos, ruega por nosotros y por ellos.

        Hasta la próxima
         Paco Mira


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