domingo, 16 de agosto de 2015

A propósito del calor. ¡AHORA SÍ QUE LO TENGO CLARO!

Escribe Juan Santana, de Arinaga a propósito del CALOR

¡AHORA SÍ QUE 
LO TENGO CLARO!

En estos días, debido al intenso calor, tenemos que recurrir a cualquier cosa que nos refresque y mitigue en parte los efectos de las altas temperaturas. 
Con la ducha nos olvidamos por un momento del angustioso malestar del bochorno, aunque aún no hemos salido del baño y ya comenzamos a sudar.
Siempre recurres a tomar algo frío, desde una cerveza a un zumo, pero como la ducha, la mejoría es temporal, habiendo que tomar precauciones, no vaya a suceder que perdamos la cuenta de las cervezas y acabemos en el suelo.        

No me gustaría olvidarme del clásico abanico, al cual le han utilizado también como símbolo de “alta alcurnia”, porque no olvidemos a aquellas señoras que lo agitaban en la iglesia, abriéndolo y cerrándolo con una sola mano y girando la cabeza, porque bien sabían que las estaban mirando. Para mí que ensayaban en sus casas para luego presumir en los lugares a los que acudían.
Podemos también buscar ese viejo ventilador, al que habíamos aparcado en el armario, cuando terminó el pasado verano, guardándolo de cualquier manera, porque total, ya no hacía falta, al refrescar los días.
Una vez agotados esos recursos, a mí se me ocurrió la feliz idea de comprar un aparato de aire acondicionado portátil, por lo cual acudí a dos tiendas de prestigio en el sureste, pero en las dos me dijeron lo mismo: ¡Se nos han agotado!    
         Y es que tan solo tenían unos pocos ventiladores, que a los primeros en acudir les pareció insuficiente.
Para colmo de males, al encender la radio, todos hablan sobre el “cambio climático”, pero la mayoría sin saber de lo que habla.
Aquí, si llueve mucho, se debe al cambio climático, pero si llueve poco, lo mismo. Vamos a ver si se ponen de acuerdo y “el pastor habla de las cabras y el marinero del pescado”, porque con un micrófono delante, algunos hablan hasta de lo que no tienen ni idea.
    
Juan Santana Méndez


Y MI RESPUESTA, AMIGO JUAN

Me gusta lo que que escribe el vecino Juan Santana. Con realismo y con gracia. Y dada la confianza que hay, me atrevo a añadir otro "experimento" para defenderse del calor y otros males "climáticos". He estado varias veces en aldeas de Guatemala  acompañando a los misioneros. Me extrañaba que casi toda la gente, cuando iban a misa, llevaban en la mano o al hombro un paño de cocina o un trapo corriente. Más tarde fui descubriendo la razón. Así como aquí buscamos todos estos artilugios que recuerda Juan para defendernos del calor, allí con un solo trapo que no  vale nada, solucionan muchos problemas: se secan el sudor, matan moscas y mosquitos tan abundantes, les sirve de abanico y hasta de pañuelo para la nariz si es preciso. No será muy higiénico, pero útil sí que es. Y no daña nada nada a la capa de ozono.
 Saludos. Juan y gracias por tu colaboración. 
Jesús Vega Mesa 











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