viernes, 29 de mayo de 2015

ENHORABUENA A LOS PREMIADOS Y UN MISTERIO CASI SIN RESOLVER

Escribe Paco Mira

ENHORABUENA A LOS PREMIADOS Y UN MISTERIO CASI SIN RESOLVER

Saben que no me gusta mirar mucho hacia atrás. Entre otras cosas porque puedo caer en la tentación de querer comparar y las comparaciones son lo que tienen, que son odiosas. Pero sí me gustaría analizar la semana que se nos ha ido. Creo que ha sido una semana rica en infinidad de acontecimientos y una semana de la que creo que tenemos que aprender mucho de cara a los días siguientes. Por eso mirar hacia atrás puede ser bueno incluso.

Antes de mirar hacia atrás, quiero felicitar a esta bendita tierra guanche, a esta bendita tierra canaria, quizás, a veces, dejada de la mano de Dios. Pero bueno, también y gracias a esa mano bendita vamos saliendo adelante. Felicitar a la tierra y a quienes en ella habitan. Felicitarla y animarla a que mantengan vivos los logros y triunfos de los antepasados, de nuestros abuelos y de nuestros padres. Eso, lo más probable, nos dará fuerza para decirle a nuestros hijos, lo grande que han sido los que nos han precedido. No podemos olvidarnos que los que nos precedieron también nos enseñaron a rezar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu.

Me gustaría felicitar también a todos los que han tenido derecho a voto. A todos los que se han acercado a una urna con la intención de querer tener un país mejor, un país donde las relaciones humanas y el entendimiento sean cada vez mejor. Felicitar a los que han salido elegidos. Son los que la mayoría de los españoles hemos querido. Sólo les pido que gobiernen para los que le han votado y para los que no lo hicieron. Que sean honrados y justos. Que se acuerden de los que menos tienen y que hagan de nuestra "querida España" que cantaba aquella chiquilla llamada Cecilia, "una España muy nuestra".

Felicitar a los futboleros y a los no futboleros. A unos porque se acabó la liga y ha ganado - seguro - su equipo del alma o se ha salvado de la quema su equipo también del alma, como si la parte nuestra espiritual fuera deportista, y a los no futboleros porque se acabó el sufrimiento dominical en la que nuestras televisiones tenían y tienen un negocio asegurado con las retransmisiones del fin de semana. Por cierto, otra vez será a los que han bajado de categoría.

Felicitar, también a los que han puesto un rayito de esperanza en una canción que le hiciera famoso y además le posibilitaba ganar un premio como el de Eurovisión. Todos los años nuestra canción (la de cada país) siempre es la favorita, pero hay una que gana y otra que se queda con la miel en los labios. También de las derrotas se puede aprender; siempre se puede sacar el lado positivo, sobre todo para no cometer los mismos errores.

Cómo no: felicitar a los Salvadoreños. Felicitarnos todos, porque la justicia se hizo realidad en Monseñor Romero; la justicia se hizo realidad en tantos y tantos que han luchado porque lo que se negaba (justicia) fuera realidad. Monseñor Romero es el vivo exponente de que la verdad puede triunfar, que la verdad tiene siempre la última palabra aunque no sea cuando nosotros queremos. Con Monseñor Romero triunfan y están triunfando tantos y tantos que siguen siendo masacrados y torturados, decapitados, apaleados y... mientras,  nosotros seguimos mirando para otro lado. No valen las reuniones, de nada sirven las buenas intenciones si no se acompañan de obras. No nos creamos las buenas palabras si no van acompañadas de buenas acciones.


Y este domingo la Trinidad. Un misterio casi sin resolver, pero que no tiene mucha complicación: el Padre, el Hijo, el Espíritu, tres personas unidas por el amor que nos impulsa a entregarnos en favor de otros, especialmente los más necesitados. (Mt 28). Un Espíritu que nos hace decirle a nuestro Padre (Abba, Rom 8), igual que lo hizo Jesús. Es un tres en uno, un desatascador para nuestra fe.

Amigos, ya ven. Semana maravillosa.                        
         Hasta la próxima.

         Paco Mira

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