Escribe Paco Mira
ENHORABUENA A LOS PREMIADOS Y UN MISTERIO CASI SIN RESOLVER
Saben que no me gusta mirar mucho hacia atrás. Entre otras cosas
porque puedo caer en la tentación de querer comparar y las comparaciones son lo
que tienen, que son odiosas. Pero sí me gustaría analizar la semana que se nos
ha ido. Creo que ha sido una semana rica en infinidad de acontecimientos y una
semana de la que creo que tenemos que aprender mucho de cara a los días
siguientes. Por eso mirar hacia atrás puede ser bueno incluso.
Antes de mirar hacia atrás, quiero felicitar a esta bendita
tierra guanche, a esta bendita tierra canaria, quizás, a veces, dejada de la
mano de Dios. Pero bueno, también y gracias a esa mano bendita vamos saliendo
adelante. Felicitar a la tierra y a quienes en ella habitan. Felicitarla y
animarla a que mantengan vivos los logros y triunfos de los antepasados, de
nuestros abuelos y de nuestros padres. Eso, lo más probable, nos dará fuerza
para decirle a nuestros hijos, lo grande que han sido los que nos han precedido.
No podemos olvidarnos que los que nos precedieron también nos enseñaron a rezar
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu.
Me gustaría felicitar también a todos los que han tenido derecho
a voto. A todos los que se han acercado a una urna con la intención de querer
tener un país mejor, un país donde las relaciones humanas y el entendimiento
sean cada vez mejor. Felicitar a los que han salido elegidos. Son los que la
mayoría de los españoles hemos querido. Sólo les pido que gobiernen para los
que le han votado y para los que no lo hicieron. Que sean honrados y justos.
Que se acuerden de los que menos tienen y que hagan de nuestra "querida
España" que cantaba aquella chiquilla llamada Cecilia, "una España
muy nuestra".
Felicitar a los futboleros y a los no futboleros. A unos porque
se acabó la liga y ha ganado - seguro - su equipo del alma o se ha salvado de
la quema su equipo también del alma, como si la parte nuestra espiritual fuera
deportista, y a los no futboleros porque se acabó el sufrimiento dominical en
la que nuestras televisiones tenían y tienen un negocio asegurado con las
retransmisiones del fin de semana. Por cierto, otra vez será a los que han
bajado de categoría.
Felicitar, también a los que han puesto un rayito de esperanza
en una canción que le hiciera famoso y además le posibilitaba ganar un premio
como el de Eurovisión. Todos los años nuestra canción (la de cada país) siempre
es la favorita, pero hay una que gana y otra que se queda con la miel en los
labios. También de las derrotas se puede aprender; siempre se puede sacar el
lado positivo, sobre todo para no cometer los mismos errores.
Cómo no: felicitar a los Salvadoreños. Felicitarnos todos,
porque la justicia se hizo realidad en Monseñor Romero; la justicia se hizo
realidad en tantos y tantos que han luchado porque lo que se negaba (justicia)
fuera realidad. Monseñor Romero es el vivo exponente de que la verdad puede
triunfar, que la verdad tiene siempre la última palabra aunque no sea cuando
nosotros queremos. Con Monseñor Romero triunfan y están triunfando tantos y
tantos que siguen siendo masacrados y torturados, decapitados, apaleados y...
mientras, nosotros seguimos mirando para
otro lado. No valen las reuniones, de nada sirven las buenas intenciones si no
se acompañan de obras. No nos creamos las buenas palabras si no van acompañadas
de buenas acciones.
Y este domingo la Trinidad. Un misterio casi sin resolver, pero que
no tiene mucha complicación: el Padre, el Hijo, el Espíritu, tres personas
unidas por el amor que nos impulsa a entregarnos en favor de otros,
especialmente los más necesitados. (Mt 28). Un Espíritu que nos hace decirle a
nuestro Padre (Abba, Rom 8), igual
que lo hizo Jesús. Es un tres en uno, un desatascador para nuestra fe.
Amigos, ya ven. Semana maravillosa.
Hasta la próxima.
Paco Mira
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