viernes, 13 de febrero de 2015

LO QUE DIOS HA UNIDO QUE NO LO SEPARE... LA CUARESMA

Escribe Paco Mira

LO QUE DIOS HA UNIDO QUE NO LO SEPARE... LA CUARESMA
      
Bueno, si me gusta la liturgia es por la capacidad de ese lenguaje no verbal; ese lenguaje catequético capaz de enseñar a los que creen y de poder preguntarse  los que no creen; ese lenguaje silencioso, pero  con un ruido maravilloso al mismo tiempo que hace que todo el mundo se interrogue por infinidad de gestos que no sabemos a qué vienen. Grande es la liturgia.


         Esta semana nos vuelve a dar un toque de atención. Esta semana nos vuelve a poner en la interrogación de nuestro ser de creyentes para volver a preguntarnos si sabemos o no la lección. Si hemos o no aprendido a hacer los deberes. Me gustaría reflejar mi rechazo a alguna cadena de televisión que ha considerado que el mes de febrero es el mes del amor. Como si lo fundamental del cristianismo (Dios es amor) se redujese solamente al mes de febrero. Lo rechazo por el afán lejano de realzar una festividad que no tiene nada que ver con lo que Valentín, el santo, promulgaba.

         Valentín pretendía que aquellas parejas que querían conformar su amor al estilo que Dios quería, no hubiese nada que se lo prohibiese. ¿Dónde está reflejado hoy, en las cadenas de televisión, o en los medios de comunicación social el fomentar el estilo que Dios quiere en la vida de las parejas?.¿No será que quizás en los medios de comunicación social de hoy en día lo que se fomenta es el escarnio, la infamia, lo rastrero de una relación de pareja?. Valentín no lo quería ni yo tampoco. Valentín por defender la honradez y la honestidad del amor de Dios manifestado en el amor de una pareja, también fue martirizado. ¡Qué diferencia con el Valentín que nos pretenden mostrar hoy en día!..
         Esta semana comenzamos, una vez más, la cuaresma. Comenzamos una vez más la posibilidad de mirar hacia nosotros mismos, no como narcisistas sino como cristianos humildes capaces de reconocer errores y solicitar el amor verdadero de un Padre que nos ama y que nos espera con los brazos abiertos. Esta semana tenemos la oportunidad de reconocer que en nuestro corazón tenemos cabida para muchos hermanos nuestros que sufren, por eso les hacemos sitio en él (Ayuno); esta semana reconocemos o al menos tenemos la posibilidad de reconocer que compartimos con otros aquello que somos y que tenemos; que compartimos nuestro ser de honradez y de sinceridad y no compartimos lo que nos sobra (limosna) y también tenemos la capacidad de hablar, de comunicarnos, de dialogar con el Padre que nos escucha, pero sobre todo que nos entiende. ¡Qué bonita la cuaresma!. ¡Que bonito poner disfrutar de un tiempo que en otro momento de la historia se antojaba triste, melancólico y lleno de prohibiciones!.

         Pero qué mejor aperitivo que la liturgia de este fin de semana, en la que se nos va hablar de gente necesitada de encontrarse con Jesús, con su persona y sobre todo con su amor.  Se nos va a presentar en la figura de unos leprosos, de gente con dificultades, errores, equivocaciones, manchas. El Jesús de esta semana es el que sale al encuentro del necesitado. Es el que tiende la mano, el que toca... el que nos invita a la limpieza. Los leprosos quedaron sanos, no porque tuvieran la enfermedad en sí, ni porque Jesús fuese el curandero de la época. Quedaron limpios porque tuvieron fe en que iban a quedar.

         Quizás a nosotros hoy en día nos falte, eso: la fe suficiente como para quedar sanados, curados. Nos falte el gps necesario para encontrar a ese Jesús que nos sale al encuentro y quiere compartir con nosotros su lenguaje. Quizás nos falte el poder ser como Valentín, que a pesar de las dificultades, el amor no nos abandona ni lo abandonamos.

         Disfrutemos de la cuaresma, porque las oportunidades hay que aprovecharlas y esta es una de ellas.
        
        
         Hasta la próxima.

         Paco Mira

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