miércoles, 7 de mayo de 2014

EVANGELIO DEL DÍA Y COMENTARIO DEL TEÓLOGO JOSÉ MARÍA CASTILLO



EVANGELIO DEL DÍA Y COMENTARIO DEL TEÓLOGO JOSÉ MARÍA CASTILLO

8 DE MAYO - JUEVES                                                 3ª SEMANA DE PASCUA

Jn 6, 44-51
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre que me ha enviado. Yyo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios". Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende, viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que viene de Dios: este ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siem­ pre. Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo".

1. En esta parte del discurso en Cafarnaún, Jesús llega al punto culmi­nante de sus enseñanzas, no solo sobre la Eucaristía, sino -más amplia­mente- en cuanto se refiere a la "transformación de los ritos" en el cristia­nismo. Así presenta el evangelio de Juan todo este asunto tan central con cualquier religión. Esto es capital, enteramente esencial, para entender lo que Jesús quiso. El problema está en que a nosotros nos cuesta un trabajo increíble comprender y aceptar lo que representa la sustitución de los "ritos" por la "vida". Que es lo que hizo y propuso Jesús. La teología de la Iglesia nos ha acostumbrado más a "la práctica de los ritos" que a "la honradez ética".
2. Jesús empieza por sustituir el agua "para las purificaciones rituales de los judíos" por el mejor vino que une, en el amor y la felicidad, a las per­ sonas (Jn 2, 6-11), Luego siguió por el hecho provocativo de sustituir los sacrificios de animales en el Templo (lo que "convertía la casa del Padre en una casa de negocios" ) (Jn 2, 16) por su propia persona ("Destruid este templo y en tres días lo levantaré" ), con lo que "se refería al santuario de su propio cuerpo" (Jn 2, 19-21). Jesús acaba con los rituales religiosos. Y pone en el centro de su nueva religión la experiencia de la dignidad y el amor al ser humano (cf. G. Theissen). El "ritual" queda sustituido por la •ética.
3.Y así es cómo se puede entender lo que Jesús quiere decir cuando afir- ma: "el pan que yo daré es mi carne, por la vida del mundo" (Jn 6, 51).Cuan-
do el IV evangelio relata la última cena, no menciona la eucaristía, el ritual
del pan y el vino, que asumieron y difundieron Pablo (1 Cor 11, 23-25) y los tres evangelios sinópticos (Me 14, 22-26; Mt 26, 26-30; Le 22, 15-20).. Sin
embargo el IV evangelio  introduce, en aquella  cena, el lavatorio de los              i
pies (Jn 13, 1-15) y lo distintivo de los cristianos, que es el cariño mutuo (Jn       , 13, 33-35). Pero lo notable es que el "haced esto en memoria mía", del pan
y el vino, en el IV evangelio queda sustituido por otro mandato: "también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros" (Jn 13, 14). El evangelio de Juan  reinterpreta  la cena  común  de acuerdo  con su contenido  esencial,
que es el hecho de que los humanos hagamos el servicio de los esclavos (lavar los pies) unos con otros. Eso es, para Jesús, "el pan de la vida". Lo que nos alimenta y da fuerzas para seguir tirando de esta vida, unidos y felices. En esto está el centro de la nueva religión.
















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