domingo, 11 de mayo de 2014

CUENTO: El hombre que compró la ciudad de Estocolmo

El hombre que compró la ciudad de Estocolmo
Un cuento de Giani Rodari 
(Nos lo envía una lectora de Telde)
- ¿Quién quiere comprar la ciudad de Estocolmo?
   En el mercado de Gavirate hay a veces unos hombrecillos que venden de todo, y son tan buenos vendedores que sería difícil encontrar otros mejores.
Un viernes llegó un hombrecillo que vendía cosas raras: el Mont Blanch, el océano Índico, los mares de la Luna… Y era tan buen charlatán que al cabo de una hora lo le quedaba la ciudad     de   Estocolmo.
   La comp un barbero, a cambio de un corte de pelo con fricción.    El barbero col entre  dos espejos el certificado que decía: Propietario de la ciudad de Estocolmo”, y lo mostraba orgulloso a los clientes, respondiendo a todas sus preguntas.

- Es una  ciudad de Suecia; es más, es la capital. Sí, sí, sí.
- Tiene casi un millón de habitantes y, naturalmente todos me pertenecen.
- Bueno, también  tiene  mar,  claro,  pero no de quién es.

El barbero fue ahorrando poco a poco y el año pasado marchó a Suecia a visitar su propiedad. La ciudad de Estocolmo  le pareció   maravillosa, y  los suecos amabilísimos. Éstos,  no entendían ni una palabra de lo que él decía, y él no entendía ni media palabra de   lo que  le  respondían.
    - Soy, soy  el dueño de la ciudad ¿Lo sabían o no? ¿Se lo han comunicado?
Los suecos sonran y decían que sí, porque no lo entendían; pero eran amables y el barbero se frotaba las manos muy contento.
-Una ciudad tan grande por un corte de pelo y una fricción. Verdaderamente la he comprado a buen precio
Pero en cambio se equivocaba y le había costado demasiado cara.  Porque el mundo es de todos los niños y niñas que llegan a él, y para tenerlo no hay que pagar ni un céntimo. Sólo hay que arremangarse, alargar las manos y tomarlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar.