TESTIMONIO
MI EXPERIENCIA PERSONAL EN CÁRITAS
¡¡¡QUÉ CURIOSO Y EXTRAORDINARIO!!
Desde hace poco tiempo soy voluntaria de Cáritas. Creí
que iba a ayudar al “prójimo” y me llevé la sorpresa de que la ayudada soy yo.
He descubierto
que el compartir y darte a los demás ha sido el mejor antidepresivo que
he tomado, la terapia mejor que he recibido. Me siento más alegre, animada, con
ganas de vivir y, lo más importante, encontré sentido a la vida.
Con
frecuencia había oído: “No dejes en tu vida ni un día de hacer algo por los
demás, no pensando en ti, sino en el otro”, pero no sabía que el resultado era
la felicidad propia.
-Si
sonríes, recibes sonrisas.
-Si muestras cariño, recibes cariño.
Aún
teniendo nuestros propios problemas podemos evadirnos de ellos, aminorarlos, quitarles
importancia. Y no necesitamos drogas o distracciones para ello. El salir de
uno mismo, teniendo presente al de al lado, esa es la medicina. Al menos, la
que a mí me ha valido. Y no es que vayan a desaparecer esos problemas, no, pero
los ves de otra manera.
No
hace falta hacer grandes cosas; no vamos a arreglar el mundo, sino en lo
pequeño, en nuestro día a día, en la medida de nuestras posibilidades, con el
que tenemos al lado, con pequeños gestos
Esta
es mi experiencia y quería compartirla.
Y,
como me dijeron una vez: “No me creas, pruébalo tú mismo y comprueba si es
cierto”.
Una voluntaria de Caritas Cruce Arinaga
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