lunes, 6 de enero de 2014

LOS REYES MAGOS NOS ENVIARON ESTA CARTA

CARTA DE LOS REYES MAGOS
Queridos amigos. Soy uno de aquellos magos que, siguiendo la estrella, llegaron un día al portal de Belén. Me gusta mucho, como a mis compañeros Baltasar y Gaspar, mirar las estrellas del cielo. De hecho yo me encontré con Jesús gracias a aquella Estrella. Me dejé guiar por ella y encontré lo que más quiero: A Jesús.
En estos días he visto a muchos niños, a miles de niños soñando alegrías. A muchos hemos podido llegar y dejarle un poquito de nuestra alegría, un poco de cariño y mucha fe.  Me da mucha lástima que muchos niños se queden sin juguetes. Pero siento más lástima de que haya niños que tienen con qué jugar pero les falta quien les trate bien, les escuche y les comprenda. Y siento lástima de los niños y los mayores que en estos días andan rodeados de comida y de regalos pero están faltos de valores. Creen que tener muchas cosas les va a ser felices. Y por eso no han probado a ser felices queriendo a la gente. No saben que la verdadera alegría está cuando uno tiene en paz su corazón, cuando regala afecto y perdón y comprensión.  Yo les invito a descubrir la estrella, como nos pasó a nosotros, y a dejarse llevar por ella. La estrella que nos guió fue la Fe. Y les puedo asegurar que, cuando visitamos las casas para dejarles los regalos, los niños más felices son los que creen en Jesús. Queremos pedirles a los padres que sigan queriendo y regalando muchas cosas a los niños, pero que no dejen de regalarles mucha fe en Dios.
Ustedes querrán saber si anoche dejamos muchos regalos. Es imposible contarles tantas cosas que hemos vivido con emoción en esta noche, pero les cuento algo. Hemos dejado carbón a algunos padres descuidados con la educación de los hijos. Y bastante carbón a los adultos que han sido violentos, que han utilizado malos gestos y malas palabras. Carbón también para los egoístas y los cómodos y para los que les gusta la crítica y saber la vida de los demás.  
A los niños no les hemos dejado carbón, aunque a algunos hemos tenido que llamarles un poquito la atención por su comportamiento o sus contestaciones. Pero  les hemos dejado ganas de estudiar y de ser mejores y de querer a Jesús. También otros regalitos que a ellos les hacía ilusión. Nosotros todos los años le llevamos oro a Jesús. Pero no el oro que algunos regalan en cadenas y pulseras. Nuestro oro es adorar a Jesús y a través de Jesús, mostrar nuestro afecto y nuestro respeto a todos los niños del mundo. Por eso invitamos a que también los niños y los grandes sean generosos y compartan un poquito con los que menos tienen. Compartir no solamente cosas. Compartir los valores que tienen, las cosas buenas que Dios y la familia les han transmitido.

También tengo que decir a la niña que ayer en la iglesia pidió salud, que ya nosotros le dijimos a Jesús que le ayudara a ella y a tantas personas que lo están pasando mal. Y queremos dar las gracias a esa parroquia porque este año han sido muy generosos y nos han hecho más fácil nuestro trabajo. Porque muchas personas han compartido comida y juguetes con las familias que menos tienen. Eso es lo que nosotros queremos hacer. Y sabemos que, cuanto más cerca está uno de Jesús, más cerca también estará de los demás. Por eso les invitamos a todos: Sigan, sigan la estrella que les llevará a Jesús. Y serán muy felices. 

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