EL TEMPORAL DE VIENTO DEJÓ SU HUELLA EN LA IGLESIA DE CRUCE DE ARINAGA
El domingo por la noche, el fuerte temporal de viento que azotó nuestra Isla y en concreto esta zona de Cruce de Arinaga, dejó su marca en el frontis de la iglesia parroquial de San José Obrero. No fue mucho, pero suficiente para provocar algunos gastos más en la maltrecha economía parroquial.
La fuerza del viento hizo que un buen trozo del encalado del frontis se viniera abajo. Y, además, rompió la puerta principal del templo que ahora necesita un arreglo importante o la colocación de una nueva.
En los próximos días se intentará hacer alguna "chapuza" para remediar de inmediato lo que se pueda hasta que se encuentre una solución más definitiva.
Esto fue "lo que el viento se llevó". O mejor, lo que el viento nos dejó.
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