Compartiendo vida... Única en mi mundo
Mi flor es única en el mundo. Es especial,
mágica, transformadora, inigualable, sin modelos clonados... Es sublime para
mi.
Mi flor embellece mi planeta y, desde el
silencio, susurra a mi oído palabras de amistad, cercanía, verdad y
autenticidad.
Mi flor es mi interior, con sus luchas y sus logros.
Mi flor es mi interior, con sus luchas y sus logros.
Sin esa flor mi vida carece de sentido, solo
pensar que muriese me lleva a imaginar un mundo oscuro, gris, tenebroso y lleno
de misterios por resolver.
Mi flor calla, enmudece ante el discurso de mi
corazón, tan solo está ahí, estirada y agarrándose a la tierra de la que forma
parte, para decirme que yo también formo parte de ella.
Si no la riego languidece y si no tiene luz
definitivamente perece.
Quiero cuidar esa flor que da sentido a lo que
soy y a lo que hago, quiero embellecerla... No siempre es posible porque a veces
olvido que esa flor está viva y es esencial en mi... pero hoy la contemplo con
dulzura y ternura para decirle en voz baja: "Eres única para mi".
Hazme payaso
Anda, pasa.
Pasa, anda,
no tengo más remedio que admitirte.
Tú eres el que viene cuando todos se van.
El que se queda cuando todos se marchan.
El que cuando todo se apaga, se enciende.
El que nunca falta.
Mírame aquí,
sentado en una silla.
Todos se van, apenas se entretienen.
Haz que me acostumbre
a las cosas de abajo.
Dame la salvadora indiferencia,
haz un milagro más,
dame la risa,
¡hazme payaso, Dios, hazme payaso!
Gloria Fuertes
Sabías que... Cuando nos resfriamos nos volvemos poco sociables
Cuando enfermamos por un simple resfriado,
junto a la fiebre aparecen síntomas como dificultad para conciliar el sueño,
pérdida de apetito y ansiedad. Incluso es posible que nuestra capacidad de
concentración disminuya, que nos sintamos deprimidos y que exhibamos
comportamientos antisociales. En otras palabras, los procesos inflamatorios de
nuestro cuerpo provocan cambios evidentes en el estado de ánimo. Estudios
recientes apuntan a que las responsables de este desbarajuste emocional son las
citoquinas, proteínas producidas en respuesta a la enfermedad y consideradas los
“gladiadores” del organismo.
Es más, ni siquiera hace falta estar enfermos
para que las citoquinas hagan de las suyas. En personas obesas, por ejemplo, la
probabilidad de sufrir depresión es de 2 a 3 veces más alta debido a que el
tejido adiposo – la grasa- es una fuente importante de citoquinas. El interferón
alfa, una citoquina usada para tratar la hepatitis C, estimula un área cerebral
implicada en la detección de errores y conflictos que nos vuelve más
desconfiados y suspicaces, según ha demostrado Andrew Miller, de la Universidad
de Emory (EE UU). Y en un estudio dado a conocer en la revista Neuroimage,
Naiomi Eisenberger, de la Universidad de California (EE UU), ha llegado a la
conclusión de que ciertas citoquinas aumentan la actividad en zonas del cerebro
encargadas de la empatía, es decir, la capacidad de ponernos en el lugar de
otras personas.
Compartiendo vida... Tus decisiones
Desde que nos levantamos hasta que nos
acostamos tomamos decisiones que van configurando aquello que somos y marcando
el destino por el que optamos.
El hecho de levantarse por la mañana ya es una
decisión, y el cómo vivimos cada minuto de nuestra vida son opciones que nos
ofrecen posibilidades de ser y dar sentido a aquello que somos.
La pluma con la que escribimos cada instante de
la vida es guiada por nuestra mano, y desde ahí trazamos lineas rectas o
curvas, tachones o letras limpias, palabras con sentido o frases carentes de
él... Somos nosotros los que decidimos el resultado final de ese papel en blanco
que vamos convirtiendo en un elemento transmisor de nuestras decisiones.
El destino no está escrito, pero el camino
hacia él sí porque es este mismo momento, el aquí y ahora.
Para que la pluma escriba es necesario un
tintero que dé color a nuestra escritura, sin ello nuestros trazos serán
invisibles y no dirán nada a nadie, ni a nosotros mismos.
¿Con qué tintero impregno la pluma de mi vida?
¿que tipo de papel escojo para escribir? ¿dónde y cúando escribo? ¿cómo son los
rasgos?...
"Dios escribe derecho en renglones torcidos" ¿y
yo?
Encar_AM
Visita a la Catedral de Burgos
Visita la Catedral de Burgos desde tu
ordenador en este enlace http://www.catedralhd.com/vistageneral.html
Cambiar yo para que cambie el mundo
El sufi Bayazid dice acerca de sí
mismo:
"De joven yo era un revolucionario y mi oración
consistía en decir a Dios: 'Señor, dame fuerzas para cambiar el mundo'."
"A medida que fui haciéndome adulto y caí en la
cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola
alma, transformé mi oración y comencé a decir: 'Señor, dame la gracia de
transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y
a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho'."
"Ahora, que soy un viejo y tengo los días
contados, he empezado a comprender lo estúpido que yo he sido. Mi única oración
es la siguiente: 'Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo'. Si yo hubiera
orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi
vida."
Hacer una
cosa "a la chita callando" significa hacerlo con mucho sigilo, con disimulo o en
secreto. Hay diversas teorías sobre su origen. Según algunos expertos como Julio
Cejador, su origen se remonta a un antiguo juego llamado chita que se jugaba con
tabas o huesos (astrágalos). Otros lingüistas aseguran que se remonta a la Edad
Media, cuando en la época almorávide los árabes introdujeron en España un felino
parecido al guepardo, llamado saeta o chita, que por su agilidad y ferocidad se
utilizaban para cazar. Cuando Alfonso X decidió prohibir su uso con fines
cinegéticos, muchoas cazadores siguieron usándolo a escondidas.
Por su parte, José Luis García Remiro, en el
libro ¿Qué queremos decir cuando decimos?, defiende que derivaría “del
interjectivo ¡chist!, que es un gesto sonoro que utilizamos para imponer
silencio cuando necesitamos que nuestra llamada se sobreponga y no quede ahogada
por el griterío que queremos acallar”. De la misma familia es Chitón, “una
palabra para imponer silencio, que solemos decir poniendo el dedo en la boca”,
concluye García Remiro.
Mi página en blanco
Señor, otra vez bajo mi mano, un papel en blanco.
Conforme escribo parece que va naciendo vida, cada vez más intensa.
Y otra maravilla, Señor, en él, te veo.
Sobre la vida en blanco que me has dado,
voy escribiendo cada segundo mi pensar, mi sentir, mi vivir,
como mensaje de luz o tinieblas, como canto o grito,
como sonrisa o llanto, como espejo o proyector.
Mi vida es una página. Cada letra es mi firma.
Pero es curioso, Señor que, en el papel,
vea también a los demás, a miles de rostros.
Saboreo todas las palabras como puente fantástico
que me comunica con muchos.
Veo las letras como entramados sólidos
que unen tantos lazos ideológicos.
Pero también veo, Señor, mis palabras
como barreras que me separan de los otros.
Yo sé, Señor, que para Ti todas nuestras páginas
son interesantes.
Yo sé que guardas fotocopia de todas como si fueran una obra de arte.
Al final de esta página,
algunos, los sabios y los listos, me dirán:
“has emborronado una página”,
los sencillos probablemente digan:
“Gracias porque has puesto corazón en estas líneas
que dan luz y calor”.
Mis amigos dirán:
“Gracias, ya tengo algo más de tu vida”.
Y Tú, Señor, se que dirás:
“Esta página la guardo conmigo porque la hemos escrito entre los dos”.
Quiero ser siempre página en blanco... escribe lo que quieras, Señor.
Tu pluma no araña, ni mancha.
O si prefieres, Señor, escribamos entre los dos, guía tú mis dedos,
seguro que la página de mi vida se entiende mucho mejor.
Vía Crucis para los más pequeños
En este enlace
podréis acceder a una web donde explican el Via Crucis a los mas
pequeños.
Fuente: http://www.erain.es
Fuente: http://www.erain.es
¿Cuál es el origen de la expresión “llevarse el gato al agua”?
El dicho se emplea para expresar el éxito de
una persona en conseguir un objetivo difícil, que también otros
perseguían.
El origen de la frase es incierto. Sebastián de
Covarrubias, en su obra Tesoro de la Lengua Castellana, propone el siguiente:
“Antiguamente debieron de usar cierto juego en la ribera del río con un gato, y
ganaba el que le metía dentro de él; pero como se defiende con uñas y dientes,
era dificultoso y peligroso”.
Sin embargo, para Rodrigo Caro, el dicho
procede de otro juego. Éste consistía en fijar verticalmente en el suelo un
madero horadado en su extremo superior. Por el agujero se introducía una soga,
se ataban los extremos de ésta a los contendientes, vueltas las espaldas, y
ganaba el que hacía subir al otro a lo alto del madero. “Otras veces lo hacen
sin echar la soga por la viga, sino en el suelo, cerca de un charco o lodo; y
porque el que más puede lleva al otro, yendo a gatas, para echarlo al agua, le
llaman llevar el gato al agua”, señala Caro.
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