jueves, 18 de agosto de 2011

DIARIO DE UN CURA EN LA JMJ. YA EMPEZARON LAS MOCIONES

     Vine a Madrid estos días, creo que ya lo he dicho, acompañando a un grupo de jóvenes para participar en la JMJ. Ahora pienso que si hubiese venido solo o unicamente con personas adultas, seguro que no me hubiera sentido tan bien como ahora mismo me siento.  Y es que los adolescentes te transmiten sus vivencias y te contagian de su emociones. Hoy ha sido día de muchísima emoción y de muchísimo diálogo. A los chicos y chicas con los que viajo les afectó mucho saber lo que había pasado con las protestas de ayer en la Puerta del Sol. Y aunque ellos no la vivieron en directo, algunos, según se iban enterando,  pasaban del nerviosismo al miedo. Temían que les pudiera ocurrir algo. Por eso a algunos les costó dormir y otros se sintieron con dolores de cabeza, de estómago  y otros muchos fruto de la emotividad. Por la mañana me contaban, ya más serenos, lo que habían sentido, lo que habían confesado a sus mejores amigos y lo que pensaban. Las calles cercanas al hostal, en la zona de Tirso de Molina, aparecieron con pintadas en contra de los cristianos y sobre todo del Papa.
   Por todo eso, el día de hoy lo planteamos  como una jornada más relajada, cultural y turística. Visitamos el Museo del Prado y los chicos se extasiaron ante los cuadros de Velázquez, Murillo  y Rubens. Cantaron bastante, pero ahora canciones románticas y algun canto religioso que les transmitía paz.
Verónica y Korbi me decían
-Fíjate cómo se me quedan los pelos de punta. Y me lo decían ante una pintura del Museo.
Una vez más caí en la cuenta de la riqueza cultural que está suponiendo este viaje y este encuentro juvenil.
Hoy paseamos por Madrid  para pararnos en el Kilómetro Cero, la Gran Vía, el Palacio Real y La Almudena. En la Plaza de España, las emociones volvieron a dispararse. Había música  de fiesta y baile con grupo  de jóvenes artistas húngaros. Y nuestro grupo canario, perdiendo ya la timidez, se echaron a bailar, a hacerse fotos con franceses, filipinos y alemanes y a comprtir direcciones de facebook
   También salió la emoción del fútbol y con un grupo de madridistas nos fuimos a visitar el estadio Santiago Bernabeu. Todo un regalo. Y en medio del paseo por un Madrid bonito y acogedor, las conversaciones sobre amigos especiales o novios, parte importante en la vida de los muchachos y que nada tiene que ver con la idea que, al parecer, tienen algunos anticristianos que piensan que estos jóvenes viven en un mundo ajeno a la realidad.
   Por la tarde, aún sabiendo que el Papa estaría en la Cibeles, habíamos ofrecido a los chicos la posibilidad de ir al Parque de Atracciones. Pero, a medida que fueron pasando las horas, contagiados del ambiente que se vive en Madrid, Paola y Yudith dijeron:
-Yo prefiero ir a la llegada del Papa. Al fin y al cabo, al parque de atracciones se puede ir en cualquier otra ocasión. Pero esta es una oportunidad que no se va a repetir.
A las siete de la tarde estábamos cerca de la Puerta de Alcalá compartiendo con jóvenes de todo el mundo la visita que el Papa nos hace. Los chicos aplaudieron, cantaron, levantaron las banderas canarias y se sintieron felices. En esos momentos sonaba por la megafonía la canción "Antes nunca estuve así de enamorado, no sentí jamás esta sensación...".  El ambiente de los chicos era realmente de felicidad. Y cuando Raúl y Xiomara me dijeron que no les gustaría marcharse de Madrid sin confesarse, también  yo me emocioné. Es que estos chicos contagian a cualquiera.
   

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