DIARIO DE UN CURA. TEROR, SOTO, SORAYA Y ANGELITA

DIARIO DE UN CURA.

Teror, Soto,Soraya y Angelita

Ayer, en Teror, fue un día muy completito. Me sentí realmente feliz, a gusto, con tanta gente de la parroquia de ahora y de la de Tamaraceite. Pero primero fue caminar. Era mi 17ª caminata a Teror en el mes de Mayo. Por un buen rato hice el camino con Félix, recordando las muchísimas veces que nos pateamos el barranco de San Lorenzo y alrededores. Me sentía a gusto saludando a la gente o haciendo fotos. En la misa estaba a mis anchas con una iglesia rebosante de gente y de entusiasmo y canciones. Y después de las fotos, la música, las bromas, el baile y los saludos. Los muchachos de uno y otro lugar, espléndidos. Hasta la caída de Paola sirvió para sentirse más unidos y amigos. El comportamiento de la gente (sólo los de Arinaga y Cruce pasábamos de 200) fue siempre exquisito. Hasta me eché unas piecitas con Alicia, Pilar, Ana maría, Paki y alguna más. Un día formidable, pero con momentos de mucha pena.

En un momento recibí la llamada de Félix el de M. Carmen, de Vecindario:

-Que se murió José Manuel Soto… Lo encontraron muerto: un infarto.

José Manuel era tan apreciado por mí… como desconocido. Un día, hace unos años, Félix me había dicho.

-Aquí en el Centro de salud de Vecindario hay un enfermero que no se pierde nada de lo que escribes. Te sigue a través del blog de la parroquia y me informa de todas las novedades de tu parroquia o tuyas. Fue misionero comboniano…

Unos meses después nos conocimos y de vez en cuando me enviaba algún correo, alguna observación o un chiste. Creo que era un hombre muy sensibilizado con lo social y lo religioso. Casi todo lo que me enviaba iba siempre en esa línea.

En el último correo que recibi de él, hace sólo unos días, me hablaba de  "Les Pretres" (Los Sacerdotes) el nuevo fenómeno musical francés integrado por dos sacerdotes y un seminarista que interpretan temas clásicos y populares mientras recaudan fondos para obras de caridad católicas.

Hoy, al recordarlos en el diario pido al Señor por él. Por este amigo casi invisible que yo sé que me apreciaba, que valoraba la tarea de la parroquia y con el que apenas tuve cinco minutos de diálogo. Su nombre queda escrito en este blog y este diario que él seguía con tanto afecto. Descanse en paz el buen amigo.

El viernes me llamó Soraya, de Fuerteventura. Soraya fue, en mis años en la parroquia de Antigua, la muchacha simpática, alegre, bromista, siempre cercana. Ella y sus hermanas pasaban muchas veces por la casa parroquial para hablar, para contar cosas y hacer más agradable los momentos en los que uno podía sentirse más solo. La empecé a tratar, seguramente gracias a M. Carmen la madre del niño Carlitos. Todos los años la visito a ella y a su familia. Y todos los años tenemos un rato siempre deseado para encontrarnos con los viejos amigos del pueblo en el restaurante de Inma.

Pues el viernes me llamó y me dijo:

-Suso, quiero que lo sepas. Hace tiempo que no hablamos y no he querido decírtelo hasta ahora: Me acaban de operar de un cáncer en Barcelona. La cosa es grave, pero parece que hay esperanzas… Me siento bien, no he perdido el ánimo. Siento el apoyo de la familia y los amigos. Estoy dispuesta a lo que sea. Quiero vivir feliz, no perder la alegría. Si la perdiera, estaría muerta en vida. Y mientras viva… voy a intentar ser feliz y saborear la vida. Quería compartirlo contigo porque tú has sido importante en mi vida…

Hablamos un buen rato y le dije que iría pronto a verla a Fuerteventura antes de su próxima operación. Por dentro me quedó…no lo sé. Pena, rabia, admiración Al día siguiente, el sábado, fui a ver a Angelita una admirada persona de Tamaraceite, recién operada también de un cáncer.

Allí, junto a su hija, hablamos de muchas cosas y le conté lo de mi amiga Soraya.

Angelita tuvo un gesto nacido de su corazón de buena persona y creyente. Buscó en el bolso un pequeño rosario que le trajeron de Tierra Santa y me lo dio.

-Se lo das a Soraya cuando vayas a Fuerteventura y dile que con él le envío buenas vibraciones, todo mi apoyo

¡Con personas así, qué bueno resulta este mundo!