domingo, 6 de marzo de 2011

Diario de un cura: CAMBIAR LO QUE NOS HACE INFELICES

Diario de un cura:
CAMBIAR LO QUE
NOS HACE INFELICES


Dice Paulo Coelho que “cada día  Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices”. Y yo creo incluso que  nos da no un momento cada día sino muchos.

No me resulta difícil, al menos en estos últimos tiempos, mirar la balanza y descubrir que lo positivo, los motivos para estar feliz, pesan bastante más que los otros. Pongo por ejemplo un día como el de este domingo. Puede dejarte mal que alguien se incomode porque, por ejemplo en la misa de la familia, se haga una sola lectura y el evangelio. Y no resulta agradable argumentar con normas o directorios ( La Liturgia   dice que está permitido elegir dos lecturas o una sola, sin que falte nunca la lectura del  Evangelio: Directorio nº 42, p. 26) porque es más acorde con el espíritu cristiano utilizar el diálogo  sereno y  la razón pastoral.
Pero claro, son tantos los momentos que, junto con el sol, Dios me ha regalado que lo anterior queda en la sombra.
Al acabar la misa de Cruce de Arinaga, mientras despedía a la gente al salir, vi que una niña me esperaba y al lado su madre. Acabé de despedir a los últimos y se acercó y con sus apenas 8 años, me dijo:
-Quería decirle que me gustó mucho su misa
La madre aclaró:
-Es que es la primera vez que venimos a misa aquí.
Y yo sólo acerté a decir a la niña.

- Pero la misa no es mía sola, sino también tuya y de los demás. A mí también me gustó mucho “nuestra” misa. Gracias.
En Playa de Arinaga vi que los adultos se unían a los niños cantando lo de “El necio en la arena construye su casa” y me dio alas para animar a  que todos siguieran cantando y gesticulando. Vi a Xiomara más hecha, más seria, más responsable. Cómo van creciendo por dentro estos adolescentes. Los ve uno crecer de mes a mes. Laura y Javier, que ayer cumplieron 17 años de casados, me invitaron hoy a almorzar en la familia. Aunque no fui, me sentí muy contento. 
Y la visita de gente de El toscón de Tamaraceite me dio oportunidad para dar un repaso a la antigua parroquia y disfrutar de la presencia amiga de María Dolores y Araceli; de Irene, Óscar, Benedicta y los niños. Hablamos de muchas cosas. Qué pena que, en su momento, no hubiera animado a participar en los grupos a Óscar y Benedicta. Siempre me gustó su sencillez, su bondad, su respeto a todo. Así siguen, pero de forma más activa. Me alegra mucho.
Me viene el recuerdo de la convivencia de ayer con el grupo de adultos que se van a confirmar.Qué buen ambiente, qué buena actitud, qué lágrimas de emoción en la oración en la capilla del colegio La Salle. 
Y la tarde acabó en Las Rosas, en casa de Águeda. Ya que no tenía misa hoy por las obras en la iglesia, me llamaba estar un rato con algunos de los muchachos de allí. Estuve largo rato con Davinia y Mónica. Se comprometieron a cantar el pregón pascual. Y de paso, el encuentro sirvió para estrechar más los lazos con esta gente apreciada, acogedora y colaboradora. Hay correos de Natalia (Polonia), de Juan Jesús, de Paco Mira, de Pepe y de Nieves que me manda esto que dice ser real:

¿Mentecatos Sin Fronteras? 

(SIN COMENTARIOS) 

Onda Cero Radio, acerca de la situación que se vive en Egipto. 

8 y pico de la mañana: 
Carlos Herrera: ¿Son ustedes de España? 
Entrevistado: No, somos catalanes. 
Carlos Herrera: ¿Y no pueden regresar a su país?... 
...Entrevistado: No, y nos quejamos de lo abandonados que nos tiene la Embajada de España que no nos hace ni caso... 
Carlos Herrera: Bueno... ¿lo han intentado en la embajada de Cataluña?


Gracias, Señor, por el sol de esta mañana, por la gente con la que he hablado, cantado o rezado. Gracias por las personas que me visitan, por los que me hacen sonreír, por todo los que colaboran a que uno se sienta feliz. Gracias por ayudarme a valorar los pequeños detalles que no permiten que se cuele por ningún lado la infelicidad.

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