domingo, 23 de enero de 2011

“Un 24 horas en toda regla”

La verdad es que ha sido un fin de semana diferente. La propuesta era bien sencilla, convivir y compartir durante 24 horas en el salón parroquial del Cruce de Arinaga, sin echar el cierre. El grupo de Pili y del que les habla estaba formado por una veintena de jóvenes en esta ocasión, aunque pernoctaron unos trece.

El sábado al mediodía tocaba comprar la comida, mientras otros preparaban la nevera o acondicionaban el salón. Que si un pollito asado por aquí, que si unas papitas por allá, ensalada hoy no, porfa! Y bronca a los que llegaron tarde. Con la barriga llena, que mejor que una peli, Toy Story 3, con alguna lágrima y sollozo en la sala. Luego tocaba una breve reflexión y comentario sobre la misma, y pasamos al patio a jugar con la Historia, las Matemáticas y crónicas de sociedad. La verdad es que estaban algo verdes, pero bueno, a pregunta fallida, globo de agua al canto. Ciertamente disfrutamos todos, pero sobre todo los monitores.

Antes de la merienda, tuvimos una extensa reflexión sobre el Decálogo para formar a un delincuente, del juez granadino Emilio Calatayud. Luego dedicamos tiempo a preparar la misa del domingo, hablar sobre liturgia, y cantar de todo un poco.

La noche prometía, que si prometía…Los monitores entraron por la puerta grande bañados en nata de arriba abajo, lo tenían todo preparado. La cena fue a base de pizza y papas locas…algo locos si creo que se volvieron algunos. El tema que acontecía luego era sobre los jóvenes y nuestros abuelos. Se proyectó la película “Up”, y al final hubo aplauso, como en los cines de antaño.

Antes de acostarnos, (bueno, eso es un decir porque lo que se dice dormir dormir, muy poco o nada…), hubo un momento de conversación entre un Hombre y Dios. Es un relato en el que una persona reza la oración del Padre Nuestro, pero lo hace de manera rutinaria sin pararse a pensar qué es lo que está diciendo, y Dios se lo explica todo paso a paso.

Al toque de diana, con Melani y su trompeta, todos arriba...y todos abajo de nuevo porque eran las 6 de la mañana. Pero bueno, nos quedaba el desayuno de churros con chocolate, recoger e ir a Misa, que hoy trataba sobre los niños y jóvenes misioneros y sobre la unidad de la iglesia.

Ciertamente ha sido un 24 horas en toda regla…Mucha alegría, mucho género, mucha música, mucho juego, mucha reflexión, mucha oración, en fin, de todo un poco!!!

Paco Guedes

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