domingo, 12 de diciembre de 2010

DIARIO DE UN CURA: frases de un fin de semana

DIARIO DE UN CURA: Frases de un fin de semana

Tú sabes, Diario amigo, que hay cosas -buenas o malas-  que no me gusta olvidar. Y para no olvidarlas hay que dejártelas para que las guardes como tú sólo sabes hacer. De vez en cuando me gusta mirar viejas páginas del Diario y recordar o revivir momentos que quedaron marcados por una frase o por un gesto. En esta noche de domingo se agolpan algunas palabras, algunas frases, que escuché este fin de semana y dejaron una "marca". Qué casualidad de que casi todas tienen una nota de tristeza. ¿Será que es el momento que nos toca vivir aunque la liturgia nos diga que hoy es el Domingo de la Alegría?
-Hablé con la joven  A. Me admiró su fuerza, su importante  compromiso con los débiles...y sin embargo su propia debilidad. Me decía:  ¿Por qué Dios que me da tanta fuerza en mi lucha social permite que no pueda ganar la batalla con las dificultades que encuentro entre los míos? Y sufrí viéndola sufrir tanto.Quedamos en volver a hablar y conocer con más detalle su, a mi parecer, hermosa experiencia.
-SMS recibido anoche: Perdone tan tarde, pero me estoy muriendo de pena. El Señor no me escucha. Dígale a Dios que pare mi condena. Hay un hombre de Senegal muy malo  haciéndome daño... Recé al Señor como me pedía  y llamé a su número. Parece que todo se calmó luego, pero  temí lo peor. Y sentí la impotencia de no poder ayudar aunque le dije que no dudara en llamarme a la hora que fuera.
-María  escribe un comentario en el blog de las parroquias: Siendo hoy el dí­a de la alegrí­a he sentido sin embargo una profunda tristeza.Me entristece ver que el pobre es cada dí­a má¡s pobre y el rico má¡s rico. Pesa sobre nuestras conciencias que tanta gente, antes acomodada, pase ahora hambre o necesidades pero sobre todo que el miserable sea todaví­a má¡s miserable.Estas navidades son especialmente duras y me gustarí­a poder tener en mis manos la solución. Este comentario no me entristece. Al contrario me llena de gozo que haya personas en la comunidad cristiana que sean tan sensibles a estas situaciones y que estén sufriendo con los que peor lo están pasando. 

-Mi sobrina S., desde Fuerteventura,  me deja un mensaje en el Muro de facebook: "acabamos de enterrar una grandísima amiga de sólo 35 años con un bebé de 10 meses.....de verdad tío que no lo entiendo....no puede ser que Dios permita esto.....intento agarrarme a algo pero no puedo.........joder !". Y yo podría responderte, S. pero creo que no es el momento. Tú estás muy dolida, viviendo afectivamente esta situación  y de nada te va a valer lo que yo ahora, fríamente, quiera explicarte. Pero mañana sí que lo hablaremos. 

-F. me escribió un correo para decirme, entre otras cosas, esto:   una persona que suelo ver regularmente, luego de enterarse que yo era una de las catequistas, me dijo que  ahora "cualquiera se llama catequista" Me alegró que F. se lo tomó con calma, pensó la parte de razón que pudiera tener la otra persona... y lo compartió con las otras catequistas y conmigo. Eso es actuar con cordura, sin dejarse influir por la falta de reflexión. 
-Natalia, la polaca,  vino hoy para decirme que se vuelve para su tierra y ya no vuelve más. Y sentí pena. Porque dices adiós a alguien y siempre esperas volverlo a ver. Ahora, más bien no. Y un adiós definitivo, aunque mi amistad con ella es muy reciente, cuesta lo suyo. Para que no quedara en una despedida definitiva le dije que a lo mejor dentro de un año o dos iría a verla a Polonia...
-En La Goleta hubo frases más alegres. Muchas. Se celebró... No, no se celebró la misa porque, a la hora del ofertorio vi que en la patena no había pan...y en la sacristía tampoco. Adela lo pasó mal. Yo, la verdad, no tanto. Ella decía que consagrara del que había en el sagrario y yo intentaba disimular la sonrisa. Pero bueno, aunque fuera sin "misa oficial" (no sé si todos lo notaron) hubo oración, comunión, villancicos y el buen ambiente que allí siempre hay. Para muestra, aquí dejo algunas fotos. 
Y como última frase, las palabras de Pablo con las que se iniciaba la eucaristía de hoy: Estén siempre alegres en el Señor. se lo repito. Estén siempre alegres. El Señor está cerca. Pues eso, a pesar de todas las frases anteriores....¡estén siempre alegres! 





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