domingo, 24 de octubre de 2010

DIARIO DE UN CURA: SOL Y SOMBRA

DIARIO DE UN CURA: 
Sol y Sombra
     Empecé al leer "El Principito se pone la corbata" que ayer me regaló M.Carmen en Vecindario. Las primeras páginas me producen buenas sensaciones. El estar ayer y hoy por Vecindario (ayer me tocó predicar en la Misa-Ofrenda de los niños) me ha dejado buen sabor. La parroquia la sigo sintiendo como propia y eso que ya han pasado 20 años de mi marcha de allí. Y esta tarde me tocó la misa en Temisas. Me acompañaron Carmen y Adela (también de Vecindario) y la verdad que me resulta mucho más agradable ir a Temisas acompañado: Buena conversación, buen humor y diálogo lleno de confianza, espontáneo. 
     Aunque suelo ser optimista, a veces hay cosas que uno tiene que escuchar o ver en la parroquia que intentan quitarte el humor. A veces lo consigue. Otras no. No lo consiguió hoy, por ejemplo, que una señora estuviera "escandalizada" porque una chica fue a leer en la misa y al parecer tenía la ropa algo ligera. Digo al parecer porque ni yo me di cuenta. La señora me comentó:
  -El Obispo dijo el otro día que no se debe permitir que suban a leer con escotes o mangas no sé qué. 
Mi respuesta no se dejó esperar. Le dije algo así:
-Parece mentira  que diga eso. Primero, eso no fue lo que dijo el obispo y segundo, escandaliza más que estemos fijándonos en esas tonterías en vez de alegrarnos de que los chicos y chicas de 15 o 17 años estén participando en la misa.
Pero no, no me quitó el humor. Me quedo peor cuando veo  faltas de respeto en personas que estamos en la parroquia  y no somos capaces de aceptar al otro, de ser más  tolerante o perdonar. Los cristianos que "damos la cara" en la iglesia tenemos que intentar ser ejemplo de lo que es ser cristiano. Las rivalidades dentro de la "familia cristiana" no tienen sentido.
   Al amigo L. lo veo "despegado", alejado, indiferente. Mi actitud hasta ahora ha sido de no implicarme, no preguntarle. Pero creo que ya no debo aguardar más y hablarle. Algo le  ocurrirá o algo habrá interpretado mal en mí o en la gente de la parroquia. 
   Con cuánto tacto hay que andar en las relaciones de una familia grande como esta de las parroquias. Pero esto también hace camino. Hoy que es el Día del Domund, de las Misiones, debo aplicarme la reflexión que yo mismo hacía en la misa. Debo sentirme y ser  misionero aquí, con la gente a la que me toca servir. También aquí hay personas necesitadas de afecto, de escucha, de corrección fraterna... No hay que desanimarse. 
   Me gustó lo que me dijo unos de los jóvenes que esta mañana estaban en la misa:
   -Cuando vengo a misa, que vengo poco, me siento más a gusto que cuando voy a una fiesta o a una romería. La  misa te llena por dentro,¿verdad?
    -Vaya si te llena, B. Por eso, aunque tengas muchos problemas o haya mil cosas que te  molestan, la fuerza que recibes en la eucaristía impide que la tristeza o el desánimo te ahoguen. Como dice aquella canción que se cantaba hace unos años: "Si Dios es alegre y joven...Si Dios es alegre y joven, el contacto con él nos hace también alegres y jóvenes. Que así sea. 
      

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