Estas fotos que que pueden ver son más bien personales. pero me agrada compartirlas con ustedes, amigos de este blog. Esta tarde bauticé a dos niños, Malak María y Francisco. De la niña fui también padrino. Sus padres son muy buenos amigos y además les apadriné también en su boda. Me hacía ilusión bautizar y apadrinar a la niña que ya tiene 6 años. Desde que llegó a nuestra isla hemos vivido muchos momentos de familia y a ella le tengo un especial cariño. La celebración, en otra parroquia que no es la mía, fue muy familiar y en una ambiente de mucha religiosidad. Casi todos los que estaban allí son miembros de parroquias o comunidades cristianas. Hubo ambiente de oración y de mucho afecto a la familia. Que las fotos queden como recuerdo de un día que ha estado, como cada domingo, lleno de mucha vida. Porque además del bautizo, hubo más.
La mañana amaneció llena de sonrisas y mensajes irónicos. La cena de anoche con la gente de la parroquia y la crónica de sociedad aparecida en este blog dio mucho que hablar. Al llegar a la iglesia para la misa de las 11 allí estaban las sonrisitas. Buen ambiente, me dije, esto hay que aprovecharlo. Alguien escribió un comentario diciendo que esto es también forma de acoger. Qué bien, me dije. Estamos en la onda. Y después vino la misa. Para sorpresa mía, había más niños que los que uno espera en un domingo de vacaciones y en medio de tantas fiestas. También hubo sorpresas y aquí no hay ningún invento ni exageración. Al momento de la lectura primera, J. se adelantó a la chica que iba a leer. Subió al ambón y quedó un momento en silencio (yo no sabía si se le había encargado alguna lectura) y empezó a decir cosas un poco inconexas. Algo así: felicidades, .....estamos en fiestas,..... esta chica me ha dado mucha paz.... es bueno coger la relentada de la mañana.... Yo me había acercado a él y le indicaba que se bajara y le tocaba por el hombro. Pero él ni caso. Opté por esperar a que se bajara por su cuenta. Vi que la gente ponía cara de asombro, me supongo que la mía sería igual. Y cuando continuó la misa, todo como si no hubiera pasado nada aunque después fui a intentar dialogar con él.
En Arinaga no pasó nada especial. Si acaso, que aumentó el número de cantores y tocadores. Se está animando la cosa. Y que almorcé con una familia de allí (Aarón y su hermano, Óscar, Pilar y los abuelos). Una comida que me supo por todo: por el "fideuá" (¿se escribe así?) y sobre todo por el ambiente de afecto, diálogo, buen humor que se respiró en todo el tiempo.
Y después vino el bautizo, pero de eso ya he hablado.
Ahora, al regresar de nuevo a la casa parroquial, lo que nace es dar las gracias a Padre Dios por tan buenos momentos vividos en este 3 de enero de 2010 que ya se acaba. Buenas noches.
P. D. Ah, se me olvidaba. Uno duerme mucho mejor cuando gana la Unión Deportiva Las Palmas. Cuando iba en el coche para el bautizo perdía 1-0 y no me interesé en seguir escuchando... Al llegar a la casa pensaba que a lo mejor podía remontar y mira. Leo en el teletexto que ganó 2-5. Qué bien voy a dormir esta noche.
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