domingo, 13 de diciembre de 2009

DIARIO DE UN CURA.13 de diciembre 2009







Cómo no voy a estar alegre hoy. Este domingo de la alegría ha sido verdaderamente alegre. De algo habrá valido celebrar la misa cinco veces este fin de semana recordando la recomendación de san Pablo: Estén siempre alegres en el Señor. Se lo repito. Estén siempre alegres. Aunque, la verdad, la alegría la percibí el viernes hablando con P.L. Cuando vi a aquel hombre que me dijo que quería hablar conmigo a solas, desconfié un poco. Lo veía extraño y era para mí un desconocido. Y cuando quiso hablar y no podía de emoción... seguí sospechando. No me daba buena pinta. Tendría que haberle pedido perdón, pero creo que no fue necesario. P.L. recibió hace sólo unos días la noticia de su enfermedad degenerativa. Tal vez dentro de unos meses tenga que estar en silla de ruedas y la vida, probablemente, se le escapará muy pronto. Y me decía: es la primera vez que lloro por eso, porque he querido ser fuerte con mis hijos, con mi mujer. Hablamos más largamente y me alegró poder escucharlo, poder decirle lo que yo pensaba e incluso sugerirle alguna decisión que él me dijo que comentaría en la familia. Hubiera preferido haber tenido un poco más de tiempo con él. Pero tal vez fue el suficiente. Me alegró verlo fuerte, a pesar de todo. Y me alegró que, sencillamente viniera a compartir lo que necesitaba decir a alguien fuera de su familia. Y estaba convencido de que, hablando conmigo, se comunicaba también con el Señor.
Lo recordé en la misa y lo recuerdo también ahora en mi oración. Después vino el fin de semana. ¡Cómo no iba a sentir la alegría del encuentro con toda la gente! Los treinta chicos y chicas que se confirmaron en el Cruce de Arinaga son una bendición para la parroquia: responsables, alegres, atentos. El Obispo también lo percibió así y valoró la actitud de los que se confirmaron. A mí eso me llena de regocijo. Don Francisco estuvo cercano, sencillo, disponible. Se hizo las fotos que le pidieron y no tuvo el menor gesto de desatención a nadie sino todo lo contrario. Después nos fuimos con los coros del Cruce de Arinaga y Tamaraceite a la pizzería "El gato goloso".
Me gustó lo que Paco Guedes le dijo al obispo: No he visto nunca un obispo así, sin prisas. Es una verdad y es algo que hay que valorar en nuestro obispo.
Y hoy domingo, la misa con los niños en las dos parroquias, el grito bien "gritado" por queños y grandes: ¡¡GRITEN JUBILOSOS: QUÉ GRANDE ES EN MEDIO DE NOSOTROS EL SANTO DE ISRAEL!!, esos breves momentos de diálogo con alguna gente: Mari la del Herbolario, Romina, Bernardo, Juan Diego, ... La misa de la tarde, en La Goleta, otro momento feliz. Y el reencuentro con algunos de los que ayer se confirmaron y que hoy repitieron misa: tres en Cruce de Arinaga y tres en La Goleta.
Loly me acaba de enviar bonito sms respondiendo a mi felicitación. Los jóvenes del grupo de Fela participaron en la misa de Arinaga y se les veía muy a gusto. También eso deja a uno a gusto. Así que cierro este domingo con mucho gozo. Ojalá que este mismo sentimiento esté ahora en otros muchos hogares de nuestras parroquias. También en el de P.L. Es mi oración de esta noche.

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