El texto que aquí se incluye es una síntesis de lo que publica el periódico La Provincia del día 6 de agosto de 2009. En la foto aparecen, de izquierda a derecha, Omaira, Elisa, Dahelire y Xaquelina.
De izq. a derecha Omaira, Elisa, Dahelire y Xaquelina. YAIZA SOCORRO
MONTSE DE LEÓN ACUÑA Los jóvenes de Cruce de Arinaga aprovechan su tiempo libre para ayudar a los demás. Desde la asociación El Callejón de la Radio una veintena de adolescentes se organizan para "echarle una mano" a Suso, el párroco del pueblo, en lo que se pueda. Entre esas actividades altruistas se encuentra la de visitar a los mayores del pueblo para hacerles compañía, leerles un rato o escuchar sus historias y ayudar en lo que puedan a Cáritas. No es que antes los jóvenes no ayudasen, pero más de un padre está asombrado con la nueva actitud de los adolescentes. Dahelire, de 18 años, es la presidenta de la asociación y cuenta: "Para nosotros todo esto ha sido muy importante". Omaira, otra de las integrantes, asegura que si hace un año le dicen a su madre que iría a misa cada domingo no se lo creería. "Ahora no me pierdo la misa, creo que es la iglesia que más juventud tiene los domingos, ya que vamos todos". Elisa, la más tímida, también asegura la ilusión que tiene por ayudar a los mayores y a Cáritas. Xaquelina, de catorce años, reconoce que al principio cuando sus amigos le comentaron que iban a misa y se lo pasaban bien y que formaban parte de la asociación fue un poco reacia. Ahora no se pierde ninguna de las reuniones. "Nosotros siempre le decimos que en lo que podamos ayudar que cuente con nosotros. Así hemos trabajado en un chiringuito en las fiestas para recaudar fondos para los más necesitados, ayudamos a algún anciano si necesita ir al médico, etc". Dolores Rodríguez, una de las personas mayores de Cruce de Arinaga, alaba el trabajo de los jóvenes: "Nunca me imaginé que se dedicaran con tanta alegría a leerles a los mayores o a ayudar a almacenar alimentos. Los jóvenes se reúnen cada quince días para valorar las actividades a realizar.
MONTSE DE LEÓN ACUÑA Los jóvenes de Cruce de Arinaga aprovechan su tiempo libre para ayudar a los demás. Desde la asociación El Callejón de la Radio una veintena de adolescentes se organizan para "echarle una mano" a Suso, el párroco del pueblo, en lo que se pueda. Entre esas actividades altruistas se encuentra la de visitar a los mayores del pueblo para hacerles compañía, leerles un rato o escuchar sus historias y ayudar en lo que puedan a Cáritas. No es que antes los jóvenes no ayudasen, pero más de un padre está asombrado con la nueva actitud de los adolescentes. Dahelire, de 18 años, es la presidenta de la asociación y cuenta: "Para nosotros todo esto ha sido muy importante". Omaira, otra de las integrantes, asegura que si hace un año le dicen a su madre que iría a misa cada domingo no se lo creería. "Ahora no me pierdo la misa, creo que es la iglesia que más juventud tiene los domingos, ya que vamos todos". Elisa, la más tímida, también asegura la ilusión que tiene por ayudar a los mayores y a Cáritas. Xaquelina, de catorce años, reconoce que al principio cuando sus amigos le comentaron que iban a misa y se lo pasaban bien y que formaban parte de la asociación fue un poco reacia. Ahora no se pierde ninguna de las reuniones. "Nosotros siempre le decimos que en lo que podamos ayudar que cuente con nosotros. Así hemos trabajado en un chiringuito en las fiestas para recaudar fondos para los más necesitados, ayudamos a algún anciano si necesita ir al médico, etc". Dolores Rodríguez, una de las personas mayores de Cruce de Arinaga, alaba el trabajo de los jóvenes: "Nunca me imaginé que se dedicaran con tanta alegría a leerles a los mayores o a ayudar a almacenar alimentos. Los jóvenes se reúnen cada quince días para valorar las actividades a realizar.
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