DIARIO DE UN CURA:
TIEMPO
PARA SONREÍR
Algunas
veces me pasa que, cuando termina la jornada y ya voy a dormir, me sorprendo
a mí mismo con una sonrisa de
felicidad. Y me pregunto ¿por qué esta alegría? Necesito entonces
repasar lo vivido durante la jornada para descubrir el motivo. Anoche, no.
Anoche,
a la hora de descansar, me encontré, no sé… como melancólico. Como si me
faltara algo. ¿Y por qué este sentimiento? Empecé a rebobinar mentalmente las
horas del día y encontré la respuesta:
Algunas
cosas no habían salido como yo hubiera querido. Y recordé que me había
ilusionado, por ejemplo, con que los
premios Max de Teatro aterrizaran en Gran Canaria. Y no fue así. También encontré
mi decepción porque, en el Día del Medio Ambiente, el lunes pasado, algunos políticos expresaron,
orgullosos, que no pensaban hacer nada para cuidar nuestro planeta. Y más
tarde, además, caí en la cuenta de que,
hacía sólo unas horas, me habían confirmado que una comunidad de
religiosas que trabajan en mi arciprestazgo y mi parroquia, se marchan a otro
lugar. Y recordaba a algunas personas amigas que están pasando un mal trago.
Pero no me gusta ir a la cama con desánimo. Por eso, intenté encontrar la cara más amable
de estos hechos. Y la estoy encontrando. Recordé unas palabras de la Biblia, en
el Eclesiastés:
"Hay
bajo el sol un momento para todo, y un tiempo para hacer cada cosa: Tiempo para
nacer, y tiempo para morir; tiempo para plantar, y tiempo para arrancar lo
plantado; tiempo para llorar y tiempo para reír; tiempo para gemir y tiempo
para bailar; tiempo para lanzar piedras y tiempo para recogerlas; tiempo para
los abrazos y tiempo para abstenerse de ellos; tiempo para buscar y tiempo para
perder; tiempo para conservar y tiempo para tirar fuera; tiempo para rasgar y
tiempo para coser; tiempo para callarse y tiempo para hablar. “
Y estas palabras me devolvieron la tranquilidad, al menos durante
la noche. Las cosas no siempre salen al
gusto de uno. Lo que parece negro, desde otro ángulo puede parecer blanco. Lo que se consideraba una pérdida, a veces resultó ser ganancia. Lo que para unos es derrota, para
otros es victoria. No siempre se puede ganar. Para que algunos tengan más,
otros deben tener menos. Cada cosa tiene su tiempo. Y ahora toca este. Esta mañana me he
despertado muy feliz. Tiempo para sonreír.
Es verdad. Siempre hay que saber encontrar nuestro tiempo, en el tiempo. Un abrazo
ResponderEliminarEs verdad. Siempre hay que saber encontrar nuestro tiempo, en el tiempo. Un abrazo
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