Los misioneros, hermanos de todos. OCTUBRE MISIONERO
Estos días estamos recordando de forma especial a un tipo de voluntarios: los misioneros. Son personas que dejan su casa y su familia para ir a las misiones. Se trata de religiosas, religiosos, sacerdotes… y también de seglares, parejas, familias… que van a países lejanos a anunciar el evangelio y a ayudar a los pobres, compartiendo su vida: idioma, costumbres, ritos, formas de ver la realidad… Los misioneros son hermanos de todos, sobre todo de los más pobres por amor a Dios y a las personas…
A menudo sufren persecución y asesinatos. Actualmente viven en situaciones de grave riesgo en varios países del mundo: Timor, Somalia, Sierra Leona, Rwanda, Eritrea, Angola, Mozambique, Bangladesh, Guatemala… En muchos casos son los últimos en abandonar la zona en peligro, o muchas veces ni siquiera la abandonan, poniendo en riesgo su vida.
Pero, aunque no tengan riesgo de muerte violenta, lo dejan todo para ir a ayudar a las personas de las que nadie más se acuerda.
Hoy la iglesia en el mundo atiende a muchas obras de promoción para los más pobres:
+ 6.000 hospitales y centros terminales. 15.520 ambulatorios. 760 leproserías.
+ 67.000 centros educativos y de formación: jardines de infancia, colegios, institutos, universidades, aulas de formación de adultos, talleres de formación profesional.
+ 8.000 orfanatos y residencias de ancianos… y más de 1.000 centros de misión en todo el mundo.
Tengamos hoy un recuerdo y una oración por todos estos misioneros y por las personas a las que atienden. El domingo tienes ocasión de celebrar la jornada del DOMUND. Puede ser buena ocasión para acudir a tu parroquia, y celebrar con todos los cristianos que Jesús es la vida del mundo. Esa que se nos da gratis a ti, a mí y a todos los hombres y mujeres del mundo.
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Llevas un gran tesoro en una vasija de barro. Que la conciencia de tu arcilla no disminuya tu capacidad de sorpresa y asombro: “jamás un pueblo a tenido un dios tan cercano a él”, así reflexionaba el pueblo de Israel, pensando en el camino salvador de Dios en su propia historia. Tan cercano, que es más íntimo a ti que tú mismo. En él vives, te mueves y existes. Él está en el origen de tu ser, en el inicio de tu fe y en el comienzo de tu compromiso evangelizador.
A su llamada creadora debes tu existencia como persona, como creyente y como evangelizador o monitor: Por tu mérito no puedes apuntarte ningún tanto en este sentido, pero tu capacidad te viene de Dios.
No te preguntes por qué te ha llamado. Si miras a tu alrededor encontrarás a gente mejor que tú, más preparada, con más gancho. Y, sin embargo, ahí estás tú. Dios te ha llamado y te da miedo. Hasta le puedes decir: “mira que no sé hablar”. Pero Él te responderá siempre: “venga, no temas, que yo estoy contigo”. Su llamada te fortalece y te da el ánimo que necesitas.
Las llamadas son diferentes. No todos somos llamados para lo mismo. Pero todos tenemos la responsabilidad de que no falte la respuesta a ninguna de ellas. Ningún evangelizador debe ser indiferente: la responsabilidad es de todos.
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- Oye, ¡qué dos hijos más guapos tienes! - No, si es uno, pero es que es muy nervioso |
jueves, 24 de octubre de 2013
MISIONEROS, VOCACIÓN, VÍDEO Y MÁS......
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