FOTOS DE LA CAMINATA DESDE LA CUMBRE A SAN MATEO
Las parroquias de Arinaga y Cruce de Arinaga recuperaron hoy las caminatas mensuales que, desde hace cinco años se están haciendo. Este sábado 19 de octubre de 2013 disfrutamos de unos paisajes preciosos. Empezamos con la lectura de un cuento que incluiré más abajo y quince minutos caminando en silencio. Nuestros guías fueron Pepe Bordón y Manolo Sánchez. En total caminamos unas cien personas en donde se mezclaron todas las edades. Desde chicos de 9 años a jóvenes de 18 a 20 años y personas mayores. Como siempre un muy agradable ambiente de unión y de alegría. El camino precioso. La mayor parte del tiempo caminamos a la sombra de castaños, perales, caquis, etc. Y también hubo caídas como podrán ver en las fotos que incluyo. Caídas "preciosas" que nos dieron la oportunidad de reir y bromear. Y no solo cayeron los mayores, también algunos niños. Había bajadas muy pronunciadas y a veces por la tierra o la pinocha era fácil resbalar. Fueron algo más de tres horas de camino. Al llegar a San Mateo, visita a la iglesia, mercadillo y almuerzo. Un día excelente
PAISAJE DESDE LA VENTANA
Dos hombres, ambos muy
enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital. A uno se le permitía
sentarse en su cama de tarde, durante hora, para ayudarle a drenar el liquido
de sus pulmones. Su cama daba a la única ventana de la habitación.El otro
hombre tenia que estar todo el tiempo boca arriba. Los dos durante horas.
Hablaban de sus mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su estancia
en el servicio militar, donde habían estado de vacaciones.Y cada tarde, cuando
el hombre de la cama junto a la ventana podía sentarse, pasaba el tiempo
describiendo a su vecino todas las cosas quepodía ver desde la ventana.
El hombre de la otra cama empezó a
desear que llegaran esas horas, en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida
con todas las actividades, colores del mundo exterior. La ventana daba a un
parque con un precioso lago. Patos y cisnes jugaban en el agua, mientras los
niños lo hacían con sus cometas. Los jóvenes enamorados paseaban de la mano,
entre flores de todos los colores del arco iris. Grandes árboles adornaban el
paisaje, y se podía ver en la distancia una bella vista de la línea de la
ciudad.
El hombre de la ventana describía
todo esto con un detalle exquisito, el del otro lado de la habitación cerraba
los ojos e imaginaba la idílica escena. Una tarde calurosa, el hombre de la
ventana describió un desfile que estaba pasando. Aunque el otro hombre no podía
oír a la banda, podía verlo, con los ojos de su mente, exactamente como lo
describía el hombre de la ventana con sus mágicas palabras.
Pasaron días y semanas. Una mañana,
la enfermera de día entró con el agua para bañarles, encontrándose el cuerpo
sin vida del hombre de la ventana, que había muerto plácidamente mientras
dormía. Se lleno de pesar y llamo a los ayudantes del hospital, para llevarse
el cuerpo. Tan pronto como lo considero apropiado, el otro hombre pidió ser
trasladado a la cama al lado de la ventana. La enfermera le cambió encantada y,
tras asegurarse de que estaba cómodo, salió de la habitación.
Lentamente, y con dificultad, el
hombre se irguió sobre el codo, para lanzar su primera mirada al mundo
exterior; por fin tendría la alegría de verlo el mismo. Se esforzó para girarse
despacio y mirar por la ventana al lado de la cama... y se encontró con una
pared blanca.
El hombre preguntó a la enfermera
que podría haber motivado a su compañero muerto para describir cosas tan
maravillosas a través de la ventana. La enfermera le dijo que el hombre era
ciego y que no habría podido ver ni la pared, y le indico: "Quizás solo quería animarle a usted".
Epilogo: Es una tremenda felicidad
el hacer felices a los demás, sea cual sea la propia situación. El dolor
compartido es la mitad de pena, pero la felicidad, cuando se comparte, es
doble.
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