CARTA AL VIENTO:
Y volver, volver, volver (a la normalidad)… quiero volver, volver, volver, volver…
Creo que a todos nos alegra volver a la normalidad. Seguramente hemos vivido intensamente estas fiestas pasadas. Pero ya apetecía regresar a la vida ordinaria. Y eso no quiere decir que minusvaloremos lo vivido en el tiempo de Navidad. Nada de eso.
Se pone uno a recordar lo que han sido estos quince días y da para mucho. En cuanto a las parroquias hay que hacer mención de las solemnidades litúrgicas vividas en cada lugar y otros actos que ya se han comentado en el blog. Pero otros no han quedado reflejados porque el tiempo ha pasado tan aprisa que se hacía casi imposible hablar de todos. Por ejemplo, la bendición del sagrario en La Goleta. Aunque fue un acto sencillo dentro de la misa del día 6, hubo mucha participación y una actitud común de veneración al Señor.
El belén de la iglesia ha sido muy valorado por las personas de la parroquia y por muchos de los visitantes que han pasado estos días por cada uno de los templos. Me imagino que todos hemos recibido o hecho visitas aprovechando la Navidad. Personalmente he disfrutado con muchos amigos que han estado por aquí: los gallegos Montse y Óscar; los majoreros Agustín, Teresa y los niños; los conejeros Loly y Andrés; los de Ojos de Garza: María del Mar y Pino; los de Vecindario Pino, Luci, Raquel, Lidia, Isa, Adela, etc. Los de Tamaraceite, María Jesús, Esteban, Mayu, Ramón y los niños (todos estos en la foto) además de Lourdes, Conchi, Mónica, Almarca, María Dolores, Araceli o los compañeros curas Alexis, Antonio Juan, Berriel y muchos más: sería muy difícil nombrarlos a todos.
La víspera de Reyes hicimos el programa de radio "La Plaza de la Iglesia" con un grupo de niños. Dijeron cosas muy bonitas y muy graciosas. En el álbum de fotos que dejo al final de este texto están ellos con sus sonrisas y su seriedad. Es un álbum muy variado, como esta página del diario. Como la vida.
La víspera de Reyes hicimos el programa de radio "La Plaza de la Iglesia" con un grupo de niños. Dijeron cosas muy bonitas y muy graciosas. En el álbum de fotos que dejo al final de este texto están ellos con sus sonrisas y su seriedad. Es un álbum muy variado, como esta página del diario. Como la vida.
Con la llegada de los Reyes, por cierto con alguna anécdota, dijimos adiós a las grandes fiestas. Hacía tiempo que no recibía reyes el mismo día y en la casa parroquial. Eso quedaba para los siguientes días con la familia y alguna cosita de los parroquianos que siempre se acuerdan del cura. Por la mañana del día 6 recibí un sms para darme “instrucciones” en donde podía encontrar mis “reyes”: “habitación junto a la cocina. Ir al fondo, al lado mochila. Abre la maleta… y allí están” Los emisarios de los reyes, dos muchachitas: Oma y Vero. Y más tarde Dahe. Por supuesto que me alegró el detalle.
También cinco catequistas (Adela, Mensa, Inmaculada, Tita y Fela) me acompañaron al retiro del pasado sábado con las monjas Hijas de María Madre de la Iglesia en Tafira Baja.
Lo importantes es que ha sido una Navidad llenita de vitalidad y ahora todo vuelve a su cauce normal, aunque siempre, para no caer en la monotonía, hay que poner alguna nota diferente. Pero me alegra esta “vuelta al cole” y a la misa de cada día y a levantarse temprano, y a reunirse con los catequistas y a soñar con las siguientes vacaciones o la próxima fiesta… Ya hacía falta volver, volver, volver…
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