viernes, 7 de mayo de 2010

CARTA AL VIENTO: CELEBRA LA VIDA



     Estamos en el mes de mayo. Me gusta este mes. Empezó hace sólo unos días con las Fiesta de san José Obrero y el Trabajo. Terminará el día 31 con la fiesta de la celebración de la anunciación de la Virgen María. Y en medio de dos grandes fiestas a San José y a la Virgen, otras celebraciones importantes a las madres, las primeras comuniones o el día de Canarias.  El domingo pasado, Jose interrumpió el diálogo-homilía con los niños para decirme que estaba cumpliendo 12 años. No era para menos. Por una fiesta así se interrumpe la homilía o un desfile militar, estaría bueno. También hoy  me llegó el correo de Irene para decirme que los trillizos, entre los que está ella, celebran esta misma noche su cumpleaños. Y, claro, hay necesidad de decir estas cosas. Los niños no pueden callar los acontecimientos importantes y los mayores  tampoco debiéramos disimularlos.
     Está claro que necesitamos celebrar las cosas. A veces los curas nos ponemos un poco serios cuando sabemos de las grandes celebraciones de una primera comunión o un bautizo. Es verdad que no podemos derrochar el dinero, aunque sea nuestro, para hacer fiesta. Pero es igualmente verdad que necesitamos exteriorizar con canciones o con risas o con voladores o con Clipper de fresa… que estamos contentos.
      La semana pasada  escuchaba al admirado  Arístides Moreno en las fiestas de S. José Obrero. Se reía de casi todo y animaba con sus canciones y payasadas  a no hundirnos en los problemas y a ser optimistas. Valoro mucho el optimismo que Arístides Moreno sabe transmitir. Sin embargo …le pongo un pero a uno de los consejos que dio a una plaza llena de público: En vez de ver los telediarios, dijo,  vean los dibujos animados. No, Arístides. En todo caso, hay que ver los dibujos, hay que reírse, pero también hay que ver las noticias y estar al tanto de lo que pasa, aunque sea malo.  La realidad no tiene por qué hundirnos. La realidad, por dura que sea, no tiene que impedir que celebremos la vida.
     Hace unos años, en una aldea de Bolivia donde faltaba la comida de cada día fui testigo de que aquellas personas con el estómago medio vacío no se privaban de celebrar con una fiesta modesta, pero fiesta, un acontecimiento familiar importante.  Y no hay que ir tan lejos. Ayer cuando salía de mi casa me tropecé con Josefa que venía de Cáritas con dos bolsas repletas de alimentos. Al ver su cara de satisfacción le pregunté si estaba contenta y me dijo textualmente:
     -Mi alma está que se sale. Estoy contentísima.
        Y entonces me vinieron a la mente las palabras del Magnificat. María la Virgen, como Josefa, también andaba apuradilla de dinero y de problemas. Veía lo que se le venía encima con el anuncio del ángel de que iba a ser la madre del Mesías. Y María, como Josefa, consciente de la realidad que le tocaba vivir,  llega a la casa de  Isabel  cantando; ¡Mi alma engrandece al Señor y mi Espíritu se alegra en Dios mi Salvador! Celebra su alegría no exenta de dificultades. Lo que debe ser.
   Y es que lo bueno que nos pasa hay que celebrarlo. No podemos estar siempre acogotados con los problemas. Hay que luchar.  Pero también hay que vivir la alegría y celebrar las pequeñas o grandes cosas buenas que suceden en nuestro entorno. Me alegra que en tiempos de crisis, los aficionados al fútbol celebren los goles de su equipo. Y que los padres celebren como pueden la Primera comunión de sus hijos, y que en el cumpleaños de Himar y de Abel no falte el humor y las risas.  
No sé si conocen ustedes a Axer, un cantautor que dice cosas muy interesantes y bonitas por ejemplo cuando invita a celebrar la vida.
 No se si soñaba,
No se si dormía,

y la voz de un ángel dijo que te diga,
Celebra la Vida.

Piensa libremente
ayuda a la gente
y por lo que quieras
lucha y sé paciente
lleva poca carga,
a nada te aferres,
porque en este mundo,
nada es para siempre.

Buscate una estrella,
que sea tu guía,
no hieras a nadie,
repate alegría.

Celebra la vida,
celebra la vida,
que nada se guarda
que todo te brinda.
Celebra la vida,
celebra la vida,
segundo a segundo,
y todos los dias.

Pues eso, celebra la vida. Con humor, con alegría, con

música, con dibujos animados… y con los telediarios o los

informativos de la Radio. Celebra la vida.


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