Saray, una joven de Cruce de Arinaga que se prepara para ser madre, nos ha enviado unos versos que con mucho gusto incluyo en el blog. Es una de esas poesías que los padres enseñaban y enseñan a sus hijos y que se van transmitiendo de generación en generación. Yo no conocía estos versos y me gustaron mucho. Y mucho más la colaboración de personas que entran al blog de la parroquia y participan. Gracias, Saray. Esto es lo que ella nos escribe:
Hace años, cuando yo era muy pequeñita, mi abuelo (el padre de mi padre), al que todo el mundo conocía por "Manolito el panadero", me enseñó un rezo, por así llamarlo, dedicado a la Semana Santa. Sepa que de todos los nietos, la única que lo sabe soy yo, se lo enseñé a mi sobrina la mayor, y espero seguir con la tradición con mi hijo (que ya falta poco para verle su carita).
Saray de la Nuez
Bueno, aquí se lo mando:
Jueves Santo al mediodía,
Bueno, aquí se lo mando:
Jueves Santo al mediodía,
Jesucristo caminaba,
con una soga en el cuello
de un comerín y larga,
otra lleva a la cintura,
por donde el traidor tiraba,
toda vez que el traidor tira,
Jesuscristo arrodillaba,
donde quiera que arrodille
la sangre deja encharcada.
Allá en Monte del Calvario,
tres Marías le lloraban,
una era Magdalena,
otra era Marta su hermana,
y otra era la Virgen pura,
la que más dolor pasaba.
Tate tate Magdalena,
no me vengas a limpiar,
que estas son las cinco llagas
que debemos de pasar,
entre chiquitos y grandes,
y toda la cristiandad.
Muchísimas gracias. Mi padre me lo decía todos los jueves santos.
ResponderEliminarEs parecida a la rezaba mi abuela, muchas gracias de una paisana de Galdar
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