jueves, 31 de mayo de 2018

Escribe Paco Mira:


DE PRIMERAS COMUNIONES,
FALTA DE RESPETO,
SENTIMIENTO Y
CORPUS CRISTHI

Este mes y el que viene estamos de Primeras Comuniones. Es la costumbre de celebrarlas en estos meses y no ponemos objeción alguna a que así sea. Es decir: Amén. El otro día fui invitado a una. LLego con tiempo suficiente como para encontrar sitio y me encuentro con que este es escaso; pero me instalo en un banco que no era el mejor, pero tampoco el más malo; les confieso que la megafonía no era la mejor, para un lugar público y abarrotado de gente; La algarabía era enorme. Entendí dos cosas: una que la gente estaba contenta por lo que en el interior del tempo se iba a vivir y a celebrar,  y  otra que en  cuanto comenzara la celebración, los protagonistas no eran los invitados sino los niños y el silencio para vivir lo que se veía y encima dar ejemplo, sería la tónica dominante.

         Pero ¡he aquí mi decepción!: si la celebración duró una hora, me dio la impresión de estar en el mercadillo de los miércoles en Vecindario o de los viernes en otro lugar. ¡Qué falta de respeto!. Imposible la concentración, imposible la atención, imposible el compartir la fe de la primera eucaristía de unos niños que probablemente estuvieran emocionados. ¡Había que ver el esfuerzo del cura para poder controlar el evento!.

         Amigos: gracias a Dios, la Iglesia es un lugar público de entrada libre. Pero un lugar de respeto, un lugar en el que si no me interesa lo que veo me quedo en la calle hasta que termine; un lugar en el que si no comparto lo que allí se celebra, con toda honestidad le digo al niño o a sus padres: "mira, lo siento. Te espero fuera". Allí fumas, ríes, hablas y hasta... cantas si quieres.

         Probablemente para muchos de estos niños sea la última comunión, como el que hace una orla, es la primera y la última, pero es un día que no olvidarán, porque es su día y muchas veces, los mayores, los que tenemos que guiarles por el camino de la vida, les estropeamos su momento. Sé que muchos no leen estas letras, otros sí. Hasta a lo mejor conocemos a alguno de los que estaban en la algarabía de alguna de las comuniones, pues dejémosles que las lean y que vean si se sienten identificados.

         El próximo domingo es el día del Cuerpo de Jesús. Es el día en que adoramos a nuestro hermano, en el hermano, porque es un ejemplo que debemos seguir. Es un sentimiento tan profundo para los que creemos que a veces es difícil de explicar y puede ser que lo hagamos con una alfombra.

         Pero antes pasamos por el día de Canarias, pasamos por aquello que nos identifica como pueblo y como comunidad: un himno, una bandera y un traje: ¡qué bonito verlo y compartirlo!. Otros, probablemente, pitarán lo que nos tiene que enorgullecer como pueblo y como comunidad. La pregunta es fácil: El Corpus, ¿nos identifica como cristianos?

         Probablemente a muchos el hacer una alfombra no es más que el momento de pasar el rato y ocupar la mañana de un domingo en el que no tengo otra cosa que hacer. Para otros el hacer una alfombra no es más que la expresión de un sentimiento que nos identifica, que nos une como cristianos, que nos tiene que impulsar a ser misioneros.....

         Amigos, ¡cuántas cosas en poco tiempo!, ¡Cuántas festividades en tan pocos días!. "Tomen y coman que este es mi cuerpo que se entrega". Nosotros tenemos que preguntarnos si nuestro testimonio nos lleva a entregarnos por los demás, especialmente por los más débiles. Ya ven que las oportunidades se nos van pasando por delante de ser un poco mejores: en primeras comuniones, en los sentimientos que nos unen y , como no, en las propias alfombras del Corpus.

         Hasta la próxima.

         Paco Mira

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