DIARIO DE UN CURA
LAS
ALEGRÍAS DE UN PÁRROCO
Hay un libro de la Biblia, muy poco conocido, que a mí me anima a intentar siempre ver el lado positivo de los acontecimientos. Se trata del libro de Habacuc que, poéticamente dice:
Aunque la higuera no dé renuevos,
ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo,
y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el aprisco no haya ovejas,
ni ganado alguno en los establos;
aun así, yo me regocijaré en el Señor,
¡me alegraré en Dios, mi libertador!
ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo,
y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el aprisco no haya ovejas,
ni ganado alguno en los establos;
aun así, yo me regocijaré en el Señor,
¡me alegraré en Dios, mi libertador!
Hay
momentos que uno puede estar tentado de pesimismo cuando no logra los objetivos
que había pensado; cuando no se ven
resultados de la catequesis o la predicación;
cuando parece que estamos en un desierto de fe, cuando encuentras
desunión, envidias o celos. Nos pasa a todos, supongo. Y dan ganas de enfadarse
y de tirar la toalla. Pues no. “Aunque en el aprisco no haya ovejas ni haya uvas en las parras, yo me regocijaré
en el Señor”. Porque muchas pequeñas alegrías van llenando los días y van
llenando la vida.
El pasado
domingo, al llegar la noche, después de varias misas, reuniones y el diálogo
con algunas personas, recordé estas palabras del Libro de Habacuc. Y me salió de dentro decir entusiasmado:
¡Estoy contento! Estoy alegre porque tres jóvenes dieron el paso de acercarse a
la parroquia para integrarse con los otros chicos y chicas que ya se reunían
para la confirmación. Estoy contento porque ha nacido en la parroquia el grupo de
Niños Misioneros dispuestos a reunirse los domingos por la mañana, escribir a niños y niñas de la Misión, orar
un poquito y realizar pequeñas actividades misioneras.
Estoy contento porque un grupo de 20 madres han formado un coro para la misa de los sábados. Estoy contento porque en estos días, se celebra el Día Internacional de la Radio y, casi al mismo tiempo, el aniversario de la querida emisora de Tamaraceite. Estoy contento por la visita inesperada y bulliciosa de unos sobrinos. Estoy contento…porque estoy contento. Estoy y contento porque, “aunque no quedaran vacas en el establo”, yo festejaré al Señor, que es mi fuerza”.
Estoy contento porque un grupo de 20 madres han formado un coro para la misa de los sábados. Estoy contento porque en estos días, se celebra el Día Internacional de la Radio y, casi al mismo tiempo, el aniversario de la querida emisora de Tamaraceite. Estoy contento por la visita inesperada y bulliciosa de unos sobrinos. Estoy contento…porque estoy contento. Estoy y contento porque, “aunque no quedaran vacas en el establo”, yo festejaré al Señor, que es mi fuerza”.
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