Escribe Paco Mira
UN POCO DE MUCHAS COSAS
Metidos en harina carnavalera y sin querer mezclar demasiadas
cosas, sin embargo la actualidad me lleva a compartir con ustedes ciertas cosas
que al menos nos ayuden a ver como lo sentimos y como lo hacemos. ¡En cuaresma y sin
presidente (del gobierno, claro)!. No sé si es bueno o malo (estar sin
presidente), pero entiendo que si tiene que salir en cuaresma, que por lo menos
aproveche el tiempo y mire hacia su interior para intentar descubrir la
finalidad real del cargo: velar por todos y cada uno de los españoles, en
especial por aquellos que no lo están pasando tan mal. Que no le haga caso al
diablo de las tentaciones, (de su persona o del partido) del evangelio de esta
semana.
Mi recuerdo para todos los enfermitos,
que por desgracia son muchos. Esta semana nos acordábamos de María, bajo la
advocación de nuestra señora de Lourdes. ¡Que bonito es poner la confianza en
una madre!. Nunca abandona, nunca deja a sus hijos de lado, siempre camina con
nosotros, sufre con nosotros, llora con nosotros. No nos tiene que servir de
consuelo al sufrimiento personal, pero sí nos reconforta en ese peregrinar
diario de la vida.
Esta semana iniciábamos el tiempo
importante para un cristiano. Iniciábamos la preparación para la gran fiesta
sin la cual no tiene sentido lo que hacemos y como diría Pablo vana es nuestra
fe. Iniciábamos la cuaresma, no tanto con "eres
polvo y a él has de volver", sino al " conviértete y cree en la buena noticia que se llama
evangelio". Lo más probable si entendiéramos en su justa medida lo que
significa la palabra conversión, si entendiéramos lo que significa la palabra
buena noticia, entenderíamos que la cuaresma tiene sentido. Es más: en la
sociedad en la que vivimos, con las tentaciones como las que vivió Jesús, lo
más probable que no tenga - para muchos - sentido el vivir estos cuarenta días.
Ojalá seamos portadores de grandes noticias y estas buenas. Ojalá que nuestro
corazón sea lo suficientemente amplio para acoger la conversión propia. Ojalá
tengamos espejos para vernos a nosotros mismos y ser capaces de entender que el
evangelio es la bandera que da sentido a nuestro caminar diario.
Este fin de semana es también la
campaña de manos unidas. La palabra lo dice. Si juntamos y unimos las manos la
vida será más fácil y mejor de llevar. Hay muchos que lo pasan peor que
nosotros quizás porque en algún momento el eslabón de nuestra unión se deshizo.
Miremos a nuestro alrededor; miremos los caminos por los que nos movemos y
analicemos nuestros pasos, quizás por algún lado estamos pisando mal, muy mal.
Sigue habiendo situaciones de injusticia. Sigue habiendo muertes en las orillas
de las playas y de los caminos de la vida. Si hay muerte injusta, la conversión
no está funcionando.
Quiero dejar para el final, pero no por
ello menos importante, los veinte años de ilusiones; los veinte años de un
proyecto que lo más probable es que cuando nació no pensó que iba a durar
tanto. Y sin embargo la similitud de las bolas de nieve, que cuanto más corren
más grandes se hacen, ha funcionado. Han pasado años y la ilusión no se ha
perdido. ¡Qué maravilla no perder ilusiones!. ¡Qué bonito que la radio sirva
como medio para dar y compartir buenas noticias!. ¡Qué hermoso ver a tantos
colaboradores que con el paso de los años siguen teniendo la misma ilusión o
mayor que la que tenían el primer día!.
Vaya por delante mi felicitación a
Suso, por tener una ilusión y por extensión a Tamaraceite que ha acogido con
los brazos abiertos el sueño hecho realidad de una radio. No matemos las
ilusiones; no descartemos los proyectos; no dejemos nunca de convertirnos para
seguir con las manos unidas en la maravillosa alegría del Evangelio. Ojalá que
el próximo presidente, lo sea de una gran y buena noticia para todos nosotros.
Estemos enamorados de lo que nos une, de lo que nos abraza... y dejemos que
Valentín haga su trabajo, pero no lo comercialicemos.
Hasta la próxima.
Paco Mira
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