Escribe Paco Mira:
¿YO?:
GESTIONANDO LAS CRUCES DIARIAS
Sin duda que el mes de septiembre
tiene que dar para mucho. Es como un mes en el que nos puede llegar a agobiar:
niños al colegio, vuelta – el que puede decirlo – al trabajo, poner la casa en
orden, etc…. y todo porque sencillamente han pasado solamente 30 días en los
que da la impresión que nos ha bastado para dar por completo la vuelta a todo y
ahora tenemos que hacerlo de nuevo. Familia, trabajo, actividades lúdicas….Es
casi como que lo que habíamos hecho hasta ahora no ha servido de nada. Pero ¿no
dejamos las cosas más o menos listas en Junio?, ¿por qué programar de nuevo?.
Se convierte casi en una cruz.
Sin embargo creo que es bueno volver
a empezar, o por lo menos repensar de nuevo que quizás las cosas que hicimos
hasta hace poco, se pueden mejorar, que algún borrón en la escritura de nuestra
vida se ha dejado marcado y ahora es la época, es el momento de retomar ese
tiempo que consideramos perdido.
Pero es también la época de dar un
paso adelante, es la época de arriesgarnos a no quedarnos donde estábamos: los
niños pasan de curso, quizás en el trabajo nos den otro cometido, en la familia
los años nos hacen tener otra experiencia que hasta ahora no teníamos… seguimos
en la época de las planificaciones, aunque a veces nos cueste, aunque a veces
suponga una carga, aunque sea como una cruz pesada que no podemos levantar.
Precisamente el 14 es el día de la
cruz, de la exaltación de la santa cruz. Cualquiera que nos lea o nos oiga
pensará que exaltamos el sacrificio cruento que los romanos utilizaban para
ajusticiar a sus reos. Lejos de intención. Para nosotros cruz significa la
exaltación del amor por encima de todas las cosas. Toda recompensa buena exige
un sacrificio y este a veces lleva y conlleva el tener que dar pasos que no
entendemos.
Estos
días la televisión ponía una serie dedicada a Pedro Casaldáliga. Lejos de las
cuestiones técnicas de la serie, creo que es la imagen viva, la imagen de la
cruz en el siglo XXI. Hace poco, en Africa, el Ebola se llevaba a uno de los
nuestros y a miles de seres humanos. Son las cruces del S.XXI. Seguimos viendo
como los cristianos en Siria son perseguidos, como el paro sube y baja, pero
más bien sube, seguimos viendo como cada
día se acercan a caritas o a los bancos de alimentos o a los comedores sociales
cantidades de gente… son las cruces del s.XXI y nosotros seguimos planificando
en el mes de septiembre.
Hace
poco hablaba con un cura, en el mes de septiembre, y me preguntaba que qué tal
en el trabajo y le comentaba que estábamos tranquilos, planificando el curso
que iba a empezar y él me decía que en su parroquia estaban gestionando las
cruces diarias, de caritas, del paro, de los sin techo que tocan en la puerta…
y yo pensaba, eso es una planificación y no cubrir un papel, (que por cierto no
lee nadie) para presentar a no sé quién.
A veces, y por desgracia, utilizamos nuestros
símbolos como amuletos nos persignamos
al salir de casa, cuando pasa una ambulancia… cada día dibujamos una cruz en
nuestro cuerpo, otros la llevan como traje diario. Me gustaría que esos
amuletos se convirtieran en agujas que nos clavan cuando la cruz significa un
sin techo, un desahuciado, una madre fruto de la violencia de género, niños
asustados por el silbido de las balas…
Muchos nos identificamos con unos colores que
nos hacen desatar pasiones. Ojalá que los cristianos nos identifiquemos con la
cruz que nos hace libres para poder liberar a otros. En el fondo la cruz no es
más que el reflejo del amor desde la humildad, por eso nos dirá Pablo que a pesar de su condición divina, no hizo
alarde. No presumamos de golpes de pecho, y hagamos de la cruz, nuestro
traje, y el que quiera seguirle, que se vista de ella cada día y le siga.
Hasta la próxima.
Paco Mira
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar.